DESHOJANDO MARGARITAS
Por Margarita Suárez
Me ha impactado profundamente el fallecimiento del exfutbolista Jorge Bolaños, más conocido como “Bolañito”. Quien fuera centrocampista, campeón con el Junior de Barranquilla en dos oportunidades y jugador de la selección Colombia, falleció víctima de un fulminante infarto a la temprana edad de 47 años, mientras departía la pasada jornada dominical con su familia en Cúcuta, ciudad donde residía el deportista Samario, donde hace pocos días se había vinculado al equipo local, para ser el técnico de una de sus categorías de divisiones menores. Con su amplia sonrisa, “volaba” en las canchas. Lo identificaba su melena crespa que se movía a gran velocidad para lado y lado. Lo recordamos en Francia 98 con nuestra Selección y está fresca en nuestra memoria su paso por equipos italianos donde brilló con su fútbol vistoso, en Parma, Sampdoria, Lecce y Modena. Su época más destacada ocurrió con El Parma, equipo europeo donde fue figura, ganando una Supercopa de Italia (1999) y una Copa de Italia (2002).Conocí a su hermano mayor Óscar Bolaño Correa, también futbolista, quien jugaba con Deportes Quindío, cuando mi hijo Jorge Enrique pasó por esa institución. Siendo compañeros me enteré de algunos detalles de la familia Bolaño, entre ellos la gran generosidad económica y afectiva de su hermano famoso, quien tenía una calidad humana fuera de lo común. Según Óscar hijo, ya que su padre se llamaba igual y también fue futbolista, Jorge les compartía dinero para sus necesidades familiares con mucha frecuencia, en navidad les enviaba una mesada especial. En esa época Jorge estaba triunfando en Italia y Óscar Jr. decía con su acento costeño bien marcado: “Es que cuando alguno de la familia corona a ese nivel en el fútbol, al que ha llegado mi hermano en Italia, es como si todos hubiésemos triunfado, nos ayuda todo el tiempo, está pendiente de llamarme a ver qué necesito. Sin duda es mi ídolo”. Imagino el dolor tan grande que debe estar sintiendo él y toda su familia en estos momentos, con el fallecimiento de su hermano del alma, por quien sentía verdadera adoración y era su tema favorito hablar de él, con orgullo, admiración y agradecimiento. Sus padres ya fallecieron y ahora se va el más grande de la familia, ¡qué dolor! DEP.








