Alfonso Vélez Jaramillo
El ordenamiento jurídico colombiano instituye el deporte y la recreación como parte fundamental de la educación.
Estas actividades significan un gasto público social y en consecuencia debe ser financiado por el Estado.
El gobierno no solo tiene la competencia para controlar las organizaciones deportivas y recreativas, sino que, además, las estructuras son públicas y democráticas.
Significa que esos escenarios son para beneficio de todos y para todos.
Bienvenida la inversión privada, pero no en detrimento de la responsabilidad social.
La Nación es la persona jurídica autorizada por ley ejercer gobierno en los escenarios deportivos a través del Ministerio del Deporte.
Los municipios y los departamentos tienen la responsabilidad de promover, desarrollar, fomentar y gestionar las instalaciones deportivas, conforme al Manual de Escenarios Deportivos y las políticas públicas señaladas en la ley.
Así, el funcionamiento y la seguridad en los escenarios deportivos es una responsabilidad del Sistema Nacional del Deporte.
Incluso, la jurisprudencia en T-383/94 determina que la construcción de un escenario deportivo por parte del Estado “Significa el cumplimiento a la comunidad del derecho al deporte y la recreación”.
Es mi fundamento para expresar que el alcalde de Neiva German Casagua Bonilla y el gobernador del Huila Rodrigo Villalba Mosquera, van por el camino correcto y responsable de mejorar las condiciones de nuestro estadio Guillermo Plazas Alcid.
En campaña política todos tratan al estadio como “el destartalado”, pero ninguno tuvo el interés de proponer formulas, ni siquiera señalar el gobierno con responsabilidad en el accidente.
Ni siquiera, Rodrigo Lara, a quien, siendo alcalde, por concluyente omisión administrativa, se le cayeron las losas que fundían, el 19 de agosto de 2016, propuso algo y lo abandonó a su suerte, porque era una obra de su antecesor.
No estamos buscando culpables o criticando sin fundamento, ahora que se ha puesto manos a la obra.
Neiva debe ser dueña de sus propios escenarios deportivos públicos y estos no deben estar sometidos al dominio particular.
Es un derecho asociado con la calidad de vida soportado en el principio de la dignidad humana.
Un escenario deportivo es esencial para la formación integral de las personas y contribuye a su salud y su bienestar.
El deporte y la recreación es un componente del gasto público social, por cuya razón, el Estado asigna recursos para construir escenarios.
En síntesis, los escenarios deportivos en Colombia son espacios públicos destinados al uso y disfrute de las actividades deportivas, lúdicas y de esparcimiento.
Repito, deben ser construidos por el Estado con carácter netamente público, siempre abierto a la comunidad, como las vías, parques, plazas y, en este caso el estadio de Neiva Guillermo Plazas Alcid.
No es secreto que nuestro estadio se ve feo, destartalado, desordenado, descompuesto, estropeado y hasta han copiado la palabra “esquelético”, que les pareció novedosa.
El Estadio Plazas Alcid, necesita inversión y trabajo para dejarlo funcional, bonito y prestándole servicio a la comunidad, como bien público.
Se debe apoyar al alcalde German Casagua y el gobernador Rodrigo Villalba, inclusive a los concejales, por su inquebrantable voluntad de invertir en una nueva obra del estadio Guillermo Plazas Alcid.
Si lo entregan a un particular, no solo violan la ley, además serán recordados como los mandatarios que dejaron sin estadio a Neiva, como ya le ocurrió a quien ejercía la alcaldía el 8 de agosto de 2016, cuando ocurrió el accidente.
De paso se apoya la reconstrucción y remodelación de la ciudadela deportiva en donde existe la potencial posibilidad de adquirir predios del barrio La Libertad, destinados construir parqueaderos de forma horizontal optimizando el espacio en múltiples niveles, inclusive mediante en concesión.
No puede abandonarse la villa deportiva en conjunto con su estadio ni manejarse como negocio particular.
La remodelación del estadio GPA no solo es pensando en el Atlético Huila. Se requiere para devolverle la dignidad al futbol huilense. Más de 20 clubes deportivos de Neiva que participan en ligas departamental y nacional, y ninguno cuenta con escenarios aptos.
Les toca jugar en la destruida cancha de Cándido, o en las de arena de Granjas y El Jardín, en condiciones ofensivas para el fútbol aficionado, una vergüenza para quienes nos visitan de otros municipios o departamentos.
La liga de fútbol del Huila tampoco cuenta con escenarios decentes para sus categorías sub 13, sub 15, sub 17, sub 19, y sub 21, obligando a nuestros deportistas a rotar como parias en las canchas que estén menos deterioradas en la ciudad, para poder representar al Huila con decoro.
Se equivocan quienes sin fundamentos señalan que el estadio es un lujo innecesario. Es el máximo escenario para más de 5.000 niños, adolescentes y jóvenes que hoy practican el fútbol de competencia en los diferentes clubes deportivos, y en nuestra selección Huila, pero que lamentablemente hoy carecen de escenarios aptos para la alta competencia.
El escenario permite la práctica sistemática de ligas, clubes y escuelas de formación deportiva en diferentes disciplinas como fútbol, atletismo y recreación comunitaria, y facilita la realización de torneos intermunicipales y departamentales, lo cual dinamiza el turismo deportivo y la economía local.
Bienvenida la inversión privada, necesitamos más escenarios para la práctica del deporte, pero no en detrimento de la obligación y la voluntad expresa que hoy tienen el municipio y el departamento, de apoyar en forma decidida el fútbol aficionado, que mueve a más de 10.000 niños, adolescentes y jóvenes en todas sus categorías, y cumple la noble función de prevenir socialmente el delito.
