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Belén ha desafiado al destino con dos trasplantes de riñón

Oct 18, 2025

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Donar es un acto de generosidad, Diario del Huila trae la historia de Belén Perdomo Aldana, una huilense que ha sido trasplantada de riñón dos veces, una por su mamá y otra por un desconocido que le permitió tener una oportunidad más de vivir. Ella hoy agradece a Dios por las oportunidades e invita a los demás a ayudar con la donación.

DIARIO DEL HUILA, HISTORIA

Por: Leidy Catalina Durán Vásquez

Cuando Belén Perdomo Aldana habla, su voz tiene la serenidad de quien ha aprendido a agradecer incluso los días difíciles. En su mirada se mezclan la fuerza y la gratitud de una mujer que ha recibido la vida no una, sino dos veces, a través de trasplantes de riñones cuando solo tenía 20 años.

Su historia es la de una batalla silenciosa contra el tiempo, la enfermedad y la espera, pero también la de un amor inmenso y una esperanza que no se apaga, donde su familia ha sido su gran apoyo quienes, a pesar de las adversidades nunca la han dejado batallar sola esto largo caminar.

“He sido trasplantada en dos ocasiones, la primera vez fue mi mamá quien me donó el riñón, yo solo tenía 20 años y apenas estaba estudiando. Gracias a Dios ella está muy bien y duré con él 14 años. Después lo perdí y tuve que volver a diálisis, casi dos años, hasta que apareció un nuevo donante”, reveló Belén Perdomo.

Hoy, Belén lleva otros 14 años con su segundo trasplante, un riñón de un donante fallecido. Una coincidencia que ella interpreta como un símbolo de equilibrio, de ciclos cumplidos, de nuevas oportunidades.

Un acto de amor de su madre

Cuando su madre decidió donarle el riñón, en Neiva aún no se realizaban trasplantes. El procedimiento fue en Bogotá. “Me enfermé y allá me trasplantaron. Fue muy duro, pero mi mamá nunca dudó. Gracias a ella tuve una nueva oportunidad de vivir, me donó su riñón sin pensarlo y gracias a Dios hoy ella está muy bien”, enfatizó.

Ese primer trasplante cambió por completo su vida. La libertad de poder caminar sin una máquina conectada, de volver a comer sin restricciones, de sentir que podía estudiar y trabajar sin miedo.
Sin embargo, los años pasaron, y el cuerpo, con su complejidad infinita, volvió a exigir una pausa. El riñón dejó de funcionar, pues tuvo que regresar a la diálisis y esperar durante dos años en la lista de espera.

“Fue un retroceso doloroso. Pero uno aprende a agradecer también ese proceso, porque la diálisis nos mantiene vivos mientras esperamos. Nos sostiene hasta que llega la nueva oportunidad de vivir por más tiempo”, explicó la mujer.

El segundo trasplante

Esa nueva oportunidad llegó después de casi dos en la lista de espera. El donante, esta vez, fue un desconocido. Pero para Belén, su gesto representa una conexión profunda con la humanidad.

“Este segundo riñón también lleva 14 años conmigo. Es curioso, ¿no? Dos veces 14. Yo lo veo como un regalo de Dios”, manifestó.

La mujer relata que después del trasplante, su calidad de vida mejoró por completo, puede vivir una vida más normal al lado de su familia.

“Podemos hacer nuestras actividades normales. Claro, debemos tener más cuidado porque tomamos medicamentos inmunosupresores que bajan las defensas, pero podemos trabajar, estudiar, salir, vivir”, expresó Belén.

Donar, es dar vida.

Los medicamentos y la crisis de salud

La crisis de desabastecimiento de medicamentos esenciales para pacientes trasplantados en Colombia tiene implicaciones graves para el sistema de salud en general. Esta situación expone las fallas estructurales en la gestión de recursos y pone en evidencia la vulnerabilidad del sistema ante la falta de financiamiento adecuado, especialmente en áreas tan críticas como los trasplantes.

La escasez de inmunosupresores y antibióticos profilácticos no solo compromete la salud y supervivencia de los pacientes, también incrementa la carga sobre los hospitales y servicios médicos, obligándolos a gestionar emergencias que podrían haberse evitado con un adecuado suministro de medicamentos.

En ese sentido, en Colombia, los pacientes trasplantados enfrentan una crisis silenciosa: la falta de entrega de medicamentos a tiempo, la mujer relata que hay pacientes que llevan meses esperando por los medicamentos, pero la situación en el departamento del Huila y en todo el país cada vez se agrava más.

“En este momento hay personas que llevan tres o cuatro meses sin recibir los medicamentos que necesitamos, pacientes recién trasplantados, de un mes, ya no los tienen. Y sin esos medicamentos, el cuerpo puede rechazar el órgano”, contó la mujer.

El rechazo no es solo perder el riñón. “Podemos perder la vida. No se trata de una pastilla más, es el soporte que nos mantiene vivos. Por eso, cada vez que el sistema falla, sentimos que nuestro cuerpo y nuestra esperanza están en riesgo.”

Es importante decir que estos procedimientos requieren un seguimiento constante y una atención médica permanente, que incluye la disponibilidad de medicación específica, como inmunosupresores. Cualquier error o complicación en el tratamiento podría resultar en consecuencias fatales, ya que, según los expertos, “cualquier complicación puede acarrear la pérdida del injerto y, por ende, la muerte”.

Donar es dar vida

Pese a todo, Belén no pierde su propósito: promover la conciencia sobre la donación de órganos y el cuidado renal.

“Le digo a la gente: tengamos buenos hábitos. En el Huila, por ejemplo, casi nadie toma agua. Y eso termina afectando los riñones. Hemos hecho campañas de hidratación en el Día Mundial del Riñón y la gente no se imagina lo importante que es algo tan simple como tomar agua”, reveló Perdomo Aldana.

Igualmente, hace un llamado a las familias para que hablen del tema en casa y les deje claro que su misión es ayudar después de fallecido, a través de la donación.

“No tengamos miedo a hablar de la donación. Con una sola persona que done, se pueden salvar hasta 55 vidas. No hay acto más generoso que ese”, explicó la mujer trasplantada.

Finalmente, Belén vive agradecida con quienes han hecho posible su camino: su madre, los médicos, el sistema de salud (cuando funciona) y, sobre todo, con ese donante anónimo que le regaló una segunda oportunidad de vivir hace 14 años, a quien ella llama a ‘ese angelito’ que le ha permitido vivir y disfrutar unos años más.

A pesar de los tropiezos, su mensaje es claro: el trasplante no es solo un procedimiento médico, es un renacer.

“Nosotros aprendemos a vivir con cuidado, sí, pero también con mucha gratitud. Cada día que amanece es un regalo. Y si mi historia sirve para que alguien más se anime a donar o a cuidarse, entonces todo ha valido la pena”, concluyó Perdomo Aldana.

Yineth Aldana, madre y primera donante de Belén.

Contexto en el Huila

La Organización Mundial de la Salud, OMS, instauró el 14 de octubre como el Día Mundial de la Donación de Órganos, Tejidos y Trasplantes con el objetivo de concientizar sobre la importancia de dar vida a través de la donación de órganos. Promover este acto de amor, voluntario y altruista animará a las personas a convertirse en donantes, para salvar y mejorar la calidad de vida de quienes necesitan un trasplante. 

Los trasplantes de órganos y de tejidos en el departamento se hicieron realidad gracias a la iniciativa de un grupo de especialistas que crearon una fundación FUSCOT, inicialmente con el objetivo de fomentar la cultura de donación y la unidad de trasplantes y en septiembre de 2006 de realizaron los primeros rescates y en febrero de 2007 se realiza el primer trasplante renal. 

En Colombia existen regionales de trasplantes, la del Huila nació como una prueba piloto y posteriormente se dio la posibilidad de realizar estos procedimientos a nivel regional.  Durante la pandemia disminuyó considerablemente el número de trasplantes, lo que generó dificultades, porque se contraindicaba trasplantar pacientes con Covid-19.  

Para el 2022 se lograron 10 trasplantes, en 2023 se logró que 19 pacientes fueran beneficiados y en 2024 se han realizado 18 hasta el momento. Se espera cerrar el año con 22 trasplantes en el Departamento del Huila.

Luis Hernán Sarria Chacón, apoyo operativo a la coordinación regional de la Red de Donación y Trasplante del Huila da a conocer el panorama real de la donación de órganos en el departamento donde afortunadamente el Huila ha estado por encima del promedio nacional.

“En todo el mundo es importante recordar sobre aquel acto solidario tan hermoso que es donar con fines de trasplante en un momento tan difícil como es la pérdida de un ser querido, es una invitación a la reflexión, a pensar sobre la vida, sobre la muerte y a dejar conversada en familia esa decisión de querer ser o no ser donante para que sea respetada una vez, no sabemos si nos vamos antes que otros o si algún día vamos a estar en lista de espera”, sostuvo el doctor Sarria Chacón.

De acuerdo con el apoyo operativo a la coordinación regional de la Red de Donación y Trasplante del Huila, el departamento siempre ha estado por encima de la tasa nacional de donantes promedio según el número de habitantes.

A la fecha se han tenido ocho rescates con nueve donantes, es decir de las 9 personas que decidieron donar sus órganos, en el momento de la extracción solo ocho sirvieron para ayudar a otras personas.

“Ocho rescates han sido ‘utilizados’ que es un término de la red de donación y trasplantes, con donación de 16 riñones que sirvieron para ser trasplantados, 16 trasplantes en nuestra regional, dos hígados y un corazón que fueron para otras regionales, porque no tenemos servicio de trasplante de corazón y de hígado aquí”, reveló Sarria Chacón.

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