Ocho babillas (Caiman crocodilus) fueron rescatadas y reubicadas en su entorno natural por un equipo de la CAM, luego de permanecer atrapadas durante más de dos semanas en un depósito de aguas lluvias en zona rural de Neiva.
El operativo se llevó a cabo tras el llamado de una empresa que alertó sobre la presencia de los animales en una estructura con geomembrana plástica, de aproximadamente cuatro metros de profundidad, que había sido drenada parcialmente y de la cual los reptiles no podían salir por sus propios medios.
“Tras el llamado de una empresa, que informaba la presencia de un grupo de babillas que no podían salir por sus propios medios de un lugar que tenía una geomembrana plástica, nos dirigimos hasta allá para revisar la situación y hacer el posterior rescate y reubicación de las especies”, explicó Mario Suárez, médico veterinario de la CAM.
Extracción manual y valoración médica
En el depósito fueron hallados ejemplares de entre 30 centímetros y un metro de largo. El equipo ingresó al lugar y realizó la extracción manual de cada individuo, ya que las babillas no contaban con alimento ni posibilidad de desplazarse.
Puede leer: Inició en Huila el quinto ciclo de pagos de Renta Ciudadana y Devolución del IVA
“Una vez evidenciada la situación, entramos al depósito de aguas lluvias para extraer manualmente las babillas, capturarlas y trasladarlas a un lugar más adecuado ya que allí no tenían ningún tipo de alimento”, señaló Suárez, quien añadió que el estado corporal de algunas dejaba ver que llevaban más de 15 días atrapadas.
Tras el rescate, los especialistas evaluaron el estado físico y comportamental de los reptiles, encontrando que, aunque dos de ellos tenían bajo peso, todos se encontraban en condiciones aptas para regresar a un ambiente natural.
“Afortunadamente los animales todavía podían moverse, estaban en una condición física regular a buena, pero que no impedía que se pudieran liberar nuevamente a su hábitat natural”, indicó el veterinario.
Liberación en el río Magdalena y un humedal
Las babillas fueron liberadas en un sector protegido del río Magdalena, caracterizado por presencia de bosques riparios, vegetación acuática y abundancia de peces. Según la CAM, el sitio ofrece condiciones ideales para su supervivencia.
“Los animales fueron trasladados a diferentes lugares de acuerdo a su estado físico y a su tamaño, adecuados para cada individuo. Algunas se liberaron en un río, en el municipio de Aipe, cercano al lugar. Pero otras, las más pequeñas y las que tenían una condición física más regular, se liberaron en un humedal”, explicó Suárez.
Le puede interesar: Jornaleros residentes no propietarios exigen reivindicación de sus derechos tras construcción del Quimbo
