La Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) continúa su labor humanitaria en el municipio de Pitalito, al sur del Huila, donde adelanta una nueva fase de exploración en el cementerio San Antonio de Padua, también conocido como el cementerio antiguo. El propósito es identificar nuevas áreas donde podrían encontrarse cuerpos de personas desaparecidas durante el conflicto armado.
En esta etapa, el equipo técnico realizó una prospección no intrusiva, es decir, una revisión minuciosa del terreno sin intervenir directamente las sepulturas o bóvedas. Esta metodología busca detectar irregularidades y puntos de interés forense que indiquen la posible presencia de restos humanos.
El coordinador del equipo de la UBPD en Huila, Diego Fernando Sevilla Cortés, explicó que este procedimiento permite ubicar áreas de interés sin alterar el lugar: “La prospección no intrusiva es una observación detallada del terreno sin tener que intervenir sepulturas o bóvedas. Se trata de identificar irregularidades en el terreno para encontrar posibles puntos de interés forense, con el fin de hallar cuerpos de personas no identificadas que fallecieron a causa del conflicto armado interno”.
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Con el paso del tiempo, el cementerio ha perdido buena parte de su señalización original, lo que ha dificultado la ubicación de tumbas y sepulturas de personas sin identificar. Las antiguas cruces de madera y metal desaparecieron, mientras que la vegetación —especialmente un extenso guadual— cubrió los espacios donde antes reposaban los cuerpos.
Según los estudios realizados por la UBPD, en el cementerio San Antonio de Padua podrían encontrarse entre 80 y 90 cuerpos de personas desaparecidas durante los años más intensos del conflicto. Esta búsqueda hace parte del Plan Regional de Búsqueda del Sur del Huila, que busca esclarecer el paradero de 675 personas desaparecidas en la región.
El investigador integral de la UBPD, Isaac Giraldo López, destacó la relevancia del lugar: “Este cementerio es un sitio de interés forense muy importante en el Huila y el sur del país, ya que aquí durante tres o cuatro décadas fueron inhumadas decenas de personas en condición de no identificados que perdieron la vida en el marco del conflicto armado”.
De acuerdo con la Unidad, en fases anteriores se han recuperado alrededor de 40 cuerpos correspondientes a personas fallecidas entre 1997 y 2012. Sin embargo, aún se estima que faltan cerca de 50 cuerpos por ubicar, lo que hace fundamental continuar con la demarcación y exploración de la zona.
Esta labor humanitaria es desarrollada por un equipo interdisciplinario de la UBPD integrado por expertos en antropología forense, criminalística y topografía, con el acompañamiento de la iglesia, autoridades locales y la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). En esta última participan comparecientes de la Fuerza Pública que adelantan acciones restaurativas, aportando información para ayudar en la búsqueda de personas dadas por desaparecidas.
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