La obra, que busca mejorar las condiciones de alimentación y salubridad de la población privada de la libertad, estaría culminada a finales de noviembre.
DIARIO DEL HUILA, CONTEXTO
Después de años de espera, promesas inconclusas y dificultades logísticas, la cárcel de Rivera —centro penitenciario que presta servicio al municipio de Neiva y a otras localidades del Huila— está a punto de ver finalizada una de sus obras más esperadas: el nuevo rancho o cocina institucional. El proyecto, que presenta un avance del 90%, representa un paso fundamental hacia la dignificación de las condiciones de vida de las personas privadas de la libertad y el fortalecimiento de los derechos humanos dentro del sistema penitenciario.
La información fue confirmada durante la tercera Mesa Penitenciaria de 2025, en la que participaron la Personería Municipal de Neiva, la Defensoría del Pueblo, la Procuraduría Regional y Provincial, la Secretaría de Gobierno, entre otros actores del sector. Estos espacios interinstitucionales se han consolidado como escenarios clave para evaluar el estado de los centros de reclusión del departamento y coordinar acciones que garanticen el cumplimiento de los compromisos adquiridos en materia de infraestructura y bienestar penitenciario.
En esta ocasión, el anuncio más relevante fue el informe presentado por la Unidad de Servicios Penitenciarios y Carcelarios (USPEC), que detalló los avances en la ejecución de la obra. “Después de un largo periodo de espera, hoy podemos decir que la obra del famoso rancho está prácticamente terminada. Según el informe entregado por representantes del USPEC, a más tardar el 30 de noviembre estará culminada en un 100% la fase de infraestructura blanca, y ya se han instalado los equipos industriales necesarios para la preparación de los alimentos”, indicó el personero de Neiva, Jerson Bastidas.
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El nuevo rancho contará con marmitas industriales, ollas de gran capacidad, cuartos fríos y sistemas de ventilación diseñados para garantizar la manipulación segura y adecuada de los alimentos. Estas condiciones contrastan con las precarias instalaciones utilizadas durante años, que fueron objeto de reiteradas quejas por parte de los internos y del personal del establecimiento penitenciario debido a los riesgos sanitarios y las limitaciones operativas.
De acuerdo con la información oficial, la siguiente etapa del proyecto consistirá en la dotación final del espacio con utensilios, electrodomésticos y demás elementos requeridos para su funcionamiento. Este proceso podría completarse durante el primer semestre de 2026, una vez se surtan los trámites administrativos y de contratación pendientes.
La falta de una cocina adecuada había sido durante años una deuda pendiente con la población reclusa del Huila. Las comidas se preparaban en áreas improvisadas, sin ventilación adecuada y con limitados recursos logísticos, lo que generaba frecuentes inconvenientes en la prestación del servicio alimentario. La culminación de la obra, por tanto, representa un avance histórico para el sistema penitenciario regional y un ejemplo del impacto que puede tener la articulación interinstitucional cuando hay compromiso y seguimiento permanente.
El personero Bastidas destacó que este logro ha sido posible gracias al trabajo conjunto de las entidades del Ministerio Público y la presión constante de las mesas penitenciarias, que han mantenido vigilancia sobre los compromisos adquiridos por el Estado. “Hemos insistido en que las cárceles no pueden ser espacios de olvido. Allí también deben garantizarse los derechos básicos, y la alimentación digna es uno de ellos”, afirmó.
Por su parte, la Personería de Neiva reiteró que continuará realizando seguimiento a los avances y compromisos pactados, con el fin de evitar que las obras se queden en simples anuncios y se traduzcan en verdaderas mejoras en la calidad de vida de la población privada de la libertad. El objetivo, según Bastidas, es que este tipo de proyectos se conviertan en un referente de gestión y dignidad carcelaria en el Huila.
Si los cronogramas se cumplen, el nuevo rancho de la cárcel de Rivera estaría completamente terminado antes de finalizar noviembre, marcando el cierre de una deuda histórica y el inicio de una etapa de mayores garantías en materia de alimentación, salubridad y derechos humanos para quienes cumplen condena en este establecimiento.

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