Los productores de arroz del Huila recibieron con alivio la prórroga hasta 2026 de la resolución que regula los precios del arroz, medida que les asegura estabilidad en un sector clave para la economía regional. Sin embargo, persisten desafíos como el contrabando, que sigue afectando la rentabilidad del cultivo.
REGIONAL
El departamento del Huila, tradicionalmente uno de los mayores productores de arroz en Colombia, vive un momento clave en su sector arrocero. La reciente resolución 88766, emitida por el Ministerio de Comercio, ha extendido hasta el 31 de enero de 2026 la regulación de los precios de compra del arroz a nivel nacional, brindando una prórroga a la resolución 67522 que expiraba el 30 de octubre de este año. Esta medida es una victoria para los arroceros del Huila, quienes ven en esta decisión una garantía de estabilidad para el cultivo, esencial tanto para la economía regional como para el bienestar de miles de familias campesinas.
A diferencia de otras regiones del país, donde el cultivo de arroz depende de las lluvias, el Huila ha logrado mantener una producción constante durante todo el año gracias a un sistema de riego por gravedad. Este método de riego permite a los agricultores del Huila sembrar arroz en todas las estaciones, lo que les otorga una ventaja competitiva y asegura un flujo constante de producción. De hecho, la producción en el Huila representa aproximadamente el 16% del total de la producción nacional de arroz.
A lo largo del año, cerca de 35.000 hectáreas son sembradas de arroz en el Huila, involucrando a alrededor de 15.000 productores, la mayoría de ellos pequeños y medianos campesinos. Estos productores, que cuentan con terrenos de entre siete y diez hectáreas, no solo proveen al mercado interno, sino que también desempeñan un papel crucial en la estabilidad económica de la región. Sin embargo, a pesar de esta importancia, los arroceros del Huila no han estado exentos de dificultades que amenazan su rentabilidad y sostenibilidad a largo plazo.
Una prórroga que da alivio pero no resuelve todos los problemas
La prórroga anunciada por el Gobierno Nacional es un alivio para los arroceros, ya que asegura la estabilidad del precio de la carga de arroz paddy verde en 182.000 pesos, una cifra que, aunque insuficiente para algunos, garantiza que el sector pueda seguir operando con un marco de certidumbre. Según Alcy Cortés, uno de los productores más representativos del Huila, “la prórroga es una buena noticia, pero el precio aún no es el ideal. Sin embargo, tener esta estabilidad nos ayuda a planificar mejor las cosechas y garantizar el sustento de nuestras familias.”
La resolución 67522 había sido un acuerdo entre la Federación Nacional de Arroceros, los industriales del arroz y los productores, pero su vencimiento generaba incertidumbre. La posibilidad de que los precios se desplomaran tras su expiración era una preocupación latente. Sin embargo, la decisión de extender su vigencia por más de tres años permite que los arroceros mantengan la calma y continúen con sus siembras sin el temor de que el precio del cereal baje abruptamente.
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El contrabando sigue siendo una amenaza latente
Aunque la prórroga brinda estabilidad temporal, los arroceros del Huila no dejan de señalar que persisten otros problemas que afectan al sector. El contrabando de arroz es una de las principales amenazas a la que se enfrentan los productores nacionales. El ingreso ilegal de arroz desde países vecinos, especialmente desde Ecuador y Venezuela, sigue siendo un problema grave. Según los arroceros del Huila, el contrabando ha distorsionado el mercado interno, bajando los precios y reduciendo la rentabilidad de los productos nacionales.
Alcy Cortés resalta que “el contrabando sigue siendo un enemigo invisible para nuestra economía. Si el Gobierno no actúa con más contundencia en este sentido, la prórroga de los precios será solo un alivio temporal.” Los productores aseguran que, mientras el arroz de contrabando sigue ingresando al país sin los controles adecuados, el arroz nacional sigue perdiendo competitividad, a pesar de su calidad superior.
Para los arroceros del Huila, el control del contrabando es una prioridad urgente. De no tomarse medidas más estrictas, podrían verse obligados a reducir la producción o incluso abandonar el cultivo. Los gremios arroceros insisten en que, además de garantizar precios estables, es fundamental que el Gobierno refuerce la protección al arroz nacional mediante una vigilancia más estricta en las fronteras y una mayor regulación del mercado.
Un futuro incierto, pero con esperanza
A pesar de los desafíos, los arroceros del Huila siguen siendo optimistas sobre el futuro del sector. La prórroga de los precios les ha dado un respiro, pero el camino hacia la sostenibilidad del cultivo de arroz en el país depende de varios factores, como la inversión en infraestructura, la modernización del campo y el fortalecimiento de las políticas de control al contrabando.
El arroz sigue siendo un pilar fundamental en la economía del Huila. No solo por su impacto económico, sino también por la relevancia social del cultivo. Miles de familias dependen directamente de la actividad arrocera para su sustento, y la estabilidad en los precios es vital para que puedan seguir adelante con su labor. Sin embargo, el sector no puede descansar en los logros alcanzados; la vigilancia y el compromiso continuo del Gobierno son esenciales para garantizar la continuidad de la producción de arroz en la región y en el país.

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