Con 25 artículos, esta nueva normativa busca combatir la contaminación acústica y fortalecer el control por parte de las autoridades en todo el país.
DIARIO DEL HUILA, ACTUALIDAD
El Senado de la República aprobó este martes 10 de diciembre la esperada “Ley contra el ruido”, un proyecto liderado por el representante antioqueño Daniel Carvalho, que tiene como objetivo reducir la contaminación acústica en Colombia y brindar herramientas más efectivas a las autoridades para regular los excesos de ruido, tanto en espacios públicos como privados.
El ruido se ha convertido en una de las principales causas de conflictos de convivencia en el país. Según datos de la Policía Nacional, el 70% de las llamadas relacionadas con conflictos vecinales están asociadas a problemas de ruido. En Bogotá, el 61% de los ciudadanos se declara insatisfecho con los niveles de ruido en la ciudad, según la Red Colombiana de Ciudades Cómo Vamos.
Además de generar molestias, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que la contaminación acústica tiene serias repercusiones en la salud, como estrés, insomnio, ansiedad y disminución de la productividad laboral. “El problema del ruido no es trivial; es una crisis de salud pública que afecta profundamente la vida diaria de nuestra comunidad”, afirmó Alejandro García, representante a la Cámara por Risaralda y coautor del proyecto.
Una normativa integral y práctica
La nueva ley, compuesta por 25 artículos, establece una política pública que reorganiza la normativa existente sobre ruido, simplificando responsabilidades para las autoridades y trazando rutas claras de atención al ciudadano.
“Tomamos toda la normativa ya existente alrededor del ruido y la reorganizamos porque estaba dispersa y bastante confusa. También aclaramos las responsabilidades de las autoridades y una ruta de atención al ciudadano”, explicó Daniel Carvalho.
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Entre las medidas más destacadas se encuentra la obligación de los municipios con más de 100.000 habitantes de implementar, en los próximos 18 meses, un plan de gestión contra el ruido, adaptado a las particularidades culturales y sociales de cada territorio. En Medellín, por ejemplo, ya se trabaja en la creación de un escuadrón especializado en el control del ruido, una iniciativa que será replicada en otras ciudades.
Sanciones y educación para el cambio
La ley contempla sanciones para quienes excedan los niveles de ruido permitidos, facultando a la Policía Nacional para imponer multas en estos casos. No obstante, la normativa también incluye estrategias pedagógicas y culturales dirigidas a la ciudadanía, con el fin de fomentar una convivencia más armónica.
“El objetivo no es afectar eventos o festivales comunitarios, sino regular los excesos que afectan a toda una comunidad. No hay problema si una vecindad hace una fiesta. El problema es que un vecino saque un parlante y dañe la calma de todo un barrio”, aclaró Carvalho.
El reto de la implementación
Desde el Ministerio de Medio Ambiente, se comprometieron a redactar en un año la Política Pública Nacional de Calidad Acústica, que será el marco para implementar estas estrategias a nivel nacional. El desafío será garantizar que las entidades territoriales cuenten con los recursos y la voluntad política para poner en marcha los planes locales contra el ruido.
La aprobación de esta ley representa un paso significativo hacia la mejora de la calidad de vida en Colombia. Sin embargo, su verdadero impacto dependerá de la capacidad de las autoridades y la ciudadanía para trabajar juntos en la reducción de la contaminación acústica y la construcción de entornos más saludables y tranquilos.
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