Diario del Huila

Apertura de las compuertas

Jul 8, 2025

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Las inundaciones que se han presentado aguas abajo de las compuertas de la represa de Betania y del Quimbo, han provocado estragos y daños a la infraestructura de los sectores poblacionales que se encuentran dentro de las rondas del río Magdalena. Y como si fuera poco, las comunidades afectadas están responsabilizando a las directivas de estos embalses por los daños ocasionados a los patrimonios de las familias afectadas. Infortunadamente las administraciones locales han permitido que se construyan barrios y se desarrollen actividades productivas en estas áreas que deben estar claramente delimitadas en los Planes de Ordenamiento Territorial, como lo ordena la legislación al respecto. La aplicación de estos instrumentos de planificación territorial son una prioridad para el desarrollo de estas localidades. Actualmente existe un desorden en la distribución espacial de dichas actividades económicas. Los afectados se quejan de las inundaciones que se han presentado, pero nunca reconocen que se atreven a construir sus unidades habitacionales a las orillas de los ríos. Se han ubicado de manera irresponsable dentro del área del cauce de los ríos. No es que los ríos se les haya metido a sus viviendas. Así parezca un poco incomodo tales aseveraciones que se expresan en estas líneas editoriales.

Los expertos del clima afirman que los grandes crecientes ocurren cada cuatro o cinco décadas. Inclusive hay generaciones enteras que nunca han conocido estas monumentales riadas. Pero cuando ocurren, son dantescas las imágenes que se presentan como las ocurridas recientemente en el Huila. Estuvimos indagando a algunas personas adultas si recordaban los grandes crecientes del río Magdalena en otrora y nos expresaban que, si habían ocurrido, antes que se construyera la avenida circunvalación de Neiva, las aguas inundaban todos los sectores barriales periféricos de la capital del departamento. Lo anterior obligó a diseñar y construir por parte de algunas administraciones locales de esa época con apoyo del gobierno nacional, esta importante arteria vial para proteger estas zonas urbanas.

Igualmente, podemos afirmar que la construcción de las represas de Betania y del Quimbo, así suene risible, se han convertido en protectoras de los grandes crecientes ocurridas después de 1986 cuando se puso en funcionamiento la Central Hidroeléctrica de Betania. Recordemos la avalancha y remociones en marcha, provocada por el sismo ocurrido el lunes 6 de junio de 1974, que provocó el rio Páez, que afectó toda la infraestructura de los viaductos en su cauce en los departamentos del Cauca y Huila y hubo cerca de 1.000 fallecimientos. Gracias a Betania, se convirtió en un colchón de seguridad para evitar grandes crecientes, aguas abajo de la represa. Por tal motivo, no se le puede culpar a éstas, de las inundaciones que se están presentando actualmente. Las altas precipitaciones provocaron un aumento de la capacidad del 100% de las presas, obligándolas a abrir las compuertas.

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