Una creciente súbita del río Magdalena, causada por las intensas lluvias que han azotado el sur del departamento del Huila, obligó a realizar la apertura controlada de las compuertas de los embalses El Quimbo y Betania, los cuales alcanzaron el 100 % de su capacidad. La medida, aunque necesaria para evitar una situación mayor, ha generado eventos de inundación en varias zonas urbanas y rurales, afectando a por lo menos ocho municipios con impactos en viviendas, vías, cultivos y fauna doméstica. Las autoridades locales y departamentales se encuentran atendiendo la emergencia mediante labores de evaluación, monitoreo y asistencia humanitaria.
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Según lo informado por la Oficina para la Gestión del Riesgo de Desastres del Huila, los Consejos Municipales de Gestión del Riesgo, los cuerpos de bomberos voluntarios y las alcaldías han desplegado acciones de contención y verificación de daños en las zonas afectadas. En Neiva, las lluvias y el incremento del caudal impactaron barrios como Los Lagos, El Triángulo y Las Ceibitas. En Palermo, se reportaron seis eventos críticos, entre ellos la inundación del centro poblado El Juncal y de la vía al puente Minas de Lagos del Rosario, así como daños en viviendas y pérdida de animales en zonas rurales.

Otros municipios también registraron afectaciones significativas. En Gigante, por ejemplo, al menos 75 familias se vieron perjudicadas en el sector Puerto Seco y se reportaron daños sobre más de 50 hectáreas de cultivos. En Campoalegre, la comunidad de Puerto Seboruco sufrió la inundación de 76 viviendas. En Aipe y Rivera, la situación generó pérdida de enseres, cultivos y animales domésticos, mientras que en Yaguará y Hobo se mantiene el cierre de vías por el desbordamiento de quebradas y el deslizamiento de material sobre carreteras rurales, lo cual limita la atención inmediata.
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Frente a la emergencia, el Gobierno Departamental ha desplegado estrategias de acompañamiento técnico e institucional para apoyar a los municipios afectados, coordinando la activación de ayudas y recursos necesarios. La jefe de la Oficina de Gestión del Riesgo, Isabel Hernández Ávila, hizo un llamado a la ciudadanía para mantenerse informada a través de fuentes oficiales, evitar zonas de riesgo y colaborar con los cuerpos de socorro en las labores de prevención. Se mantiene un monitoreo permanente de la situación, y se espera que en los próximos días se consoliden los informes EDAN (Evaluación de Daños y Análisis de Necesidades) para avanzar con la respuesta integral.









