La joven exige la protección del caucho de más de 100 años, cuya tala avanza en un predio privado de la ciudad.
Una escena inusual se vivió nuevamente este viernes en pleno centro de Neiva, donde una joven ambientalista decidió trepar a un imponente árbol de caucho de 100 años de antigüedad, en un intento desesperado por detener su tala.
El ejemplar, ubicado en la calle 14 con carrera 6, está siendo cortado como parte de una intervención en un predio privado, lo que ha generado una ola de rechazo entre colectivos ambientalistas y ciudadanos que consideran que su eliminación representa un daño ambiental “incalculable e irreparable”.
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La mujer, ha permanecido por varias horas en las ramas del árbol y a través de un video difundido en redes, manifestó: “Tengo sed y no tengo agua, tengo dinero, pero no agua”.
Con este llamado, la joven buscó visibilizar su protesta y pedir la suspensión inmediata de los trabajos, al considerar que la tala atenta contra el patrimonio natural y la historia ambiental de la ciudad.
No es la primera vez que la manifestante recurre a esta acción. El pasado fin de semana ya se había subido al mismo árbol para intentar detener las motosierras, y este viernes volvió a hacerlo al ver que las labores continuaban.
Al lugar llegaron otros jóvenes que se sumaron a la manifestación pacífica, exigiendo la conformación de una mesa técnica con las autoridades ambientales para evaluar alternativas que permitan conservar el árbol.
Al sito llegó la Defensoría del Pueblo con el fin de analizar la situación y tratar de mediar.
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