Por Pedro Javier Jiménez
Se les dijo y se les advirtió. Como ya lo había señalado en mi columna del pasado 20 de julio, titulada “Compañeros”, adelantaba la mecánica de esta consulta y lo que busca el Pacto: reordenar los tiempos de campaña y la mecánica de la mermelada.
Pedro Flores es hoy el nuevo jefe de gobierno en el departamento del Huila. Su conversación directa con los mandatarios locales lo habilitó para la construcción de inversión. Veamos el ejemplo de Garzón, donde la semana pasada se anunció según ellos mismos, que, gracias a la capacidad del equipo de gobierno municipal, la gestión y consecución de $9.000 millones del Gobierno Nacional para un nuevo palacio municipal. Y abra cadabra, en las urnas se pusieron más de 1.500 votos a favor del senador Flores. En Neiva se hizo la fiesta del senador, con asistencia de 5.000 personas en un evento tipo concierto, y los votos sumaron 6.000. Primer mensaje: los operadores políticos que hoy fungen como alcaldes cumplieron los acuerdos y construyeron confianza con el Gobierno Nacional. Ya no necesitan hablar directamente con el gobernador para la cofinanciación de inversiones, que además entran en ley de garantías a partir de los primeros días de noviembre. Duro golpe para los intereses de la casa Villalba.
Los jefes municipales son ahora los operadores directos de la inversión, a través del senador Flores y el ministro Benedetti, otro de los ganadores de la jornada. Todo muy por encima de la mesa, sin complejos ni referencias ideológicas: esa es la mecánica.
Conclusión dos: la curul para la Cámara de Representantes tiene ya casi 35 mil votos de base de izquierda en el Huila. Lourdes Mateus representa con claridad los valores de ese proyecto progresista, que ayer demostró que en el Huila existen votos, disciplina y apoyos. Los 20 mil votos restantes que no se validaron hacen parte de las estructuras políticas locales que jugaron en otras candidaturas del pacto y que considero, son los votos que no hacen parte de ese pensamiento: y ni así no lograron el objetivo de derrotar a la concejal. Esas campañas de alianza, no entendieron que la elección no era ganarle a Lourdes en el departamento, sino impedir que ella les sacará diferencia en la capital. mala lectura estratégica de los perdedores de la lista a la cámara.
Conclusión tres: mientras el Pacto tendrá 4,5 meses de campaña para la consulta del Frente Amplio y las listas al Senado y Cámara, con el respaldo de presupuesto oficial haciendo trabajo en los territorios llevando la mermelada en forma de obras y anuncios, la derecha no ha entendido que la fragmentación del nicho genera altos riesgos de que el péndulo se quede en ese lado de la propuesta de país. Divide y reinarás. Hoy estamos divididos: ni Cambio Radical, ni el Centro Democrático ni el Partido Conservador tienen la fuerza para ganar solos, y a la luz pública no aparece una convocatoria seria a la unidad. Perdemos tiempo.
Conclusión cuatro: Petro también ganó la narrativa al poner en duda las capacidades de la Registraduría. Eso es un asunto mayor que no se debe validar. La Registraduría ha consolidado una reputación de ser seria y transparente, y así se debe mantener.
La última conclusión: si el voto de opinión no se interesa, dejará en manos de las alianzas las posibilidades de cambiar el destino de una Colombia hoy profundamente dividida, con resentimiento y sin un proyecto serio de país.
Así que Alerta temprana.
