Durante una semana no se recolectaron basuras. Aunque el carro recolector fue reparado, representa un riesgo inminente. La comunidad reclama. La gerente de Empresas Públicas advierte que hay personas que se aprovechan de la situación. El alcalde no responde.
Diario del Huila, Investigación
Carlos Andrés Pérez Trujillo
Un evidente problema de higiene se vive en Guadalupe a causa de la irregular recolección de basuras. Aunque desde el oficialismo municipal se minimiza la problemática, que lleva años, ahora se ha agudizado más.
A mediados de mayo, durante una semana no se recogieron las basuras del casco urbano y algunos sectores rurales, donde usualmente lo hacen. En un sencillo comunicado en redes sociales la Empresas Públicas del Municipio hicieron la advertencia: “se informa a toda la comunidad que los días 19 al 21 de mayo no se podrá continuar con la recolección de residuos sólidos, debido a que el carro compactador ha sufrido daños mecánicos”.
La gerente de esta dependencia en Guadalupe, María Eugenia Corrales, señaló que adicional a esto se avisó en la emisora del municipio, la de mayor sintonía, Dinámica Estéreo-según ella- que no se prestaría el servicio.

Para Corrales, el 16 de mayo el carro compactador sufrió un daño, pues se partió la base de la caja de expulsión, esto hizo que a más no poder se recolectara los residuos al día siguiente el 17 de mayo.
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Muchas basuras en el municipio
Los 5900 habitantes del casco urbano de Guadalupe producen bastantes residuos, a tal punto que básicamente de lunes a viernes se recogen basuras. Según la gerente de Empresas Públicas, semanalmente se recaudan cerca de 44 toneladas de residuos que van a depositar hasta el Relleno Sanitario Parque Ambiental Tayarú en Florencia (Caquetá).
Cuando le preguntamos a la gerente por qué razón iban hasta otro Departamento a dejar las basuras, esgrimió varias razones: una de ellas fue la proximidad, pues mientras el relleno Los Ángeles de Neiva está a tres horas del municipio, el de Florencia se encuentra ubicado a dos horas; tal vez esta sea la causa de menos peso, pues para ella lo determinante es el precio, ya que en la ciudad más cercana el valor por tonelada es de $80 634; es decir, semanalmente esto suma unos 3 millones 547 mil pesos. Al mes el incremento llega hasta los 14 millones de pesos.
Un riesgo inminente
El hecho de que el municipio tenga un solo carro compactador para realizar esta labor, y esté en mal estado, representa un riesgo para los habitantes de Guadalupe, ya que en cualquier momento puede fallar este carro.
Sólo el arreglo en esta oportunidad superó los 18 millones de pesos. Pues además de la palanca de expulsión, tuvieron que reparar los tanques de lixiviados que van dentro del compactador. Pero no es la primera vez que ocurre esto, el año pasado también debieron reparar el carro.

Las alternativas para solucionar este problema son pocas. Según la gerente, se presentó un proyecto al Ministerio de Vivienda para solucionar este impase y adquirir un nuevo vehículo, sin embargo, el proyecto sigue en estudio allí, al igual que en el Plan Departamental de Aguas, donde también se tramitó una solicitud en este sentido.
Otra alternativa para lograr mayor eficacia es el recaudo de basuras es instalar una nueva celda para los residuos en el municipio, sin embargo, la gerente esto no lo ve como una solución, pues a corto plazo sería insuficiente. La adquisición de un nuevo vehículo le costaría al municipio cerca de mil millones de pesos.
Por lo pronto tendrán que seguir utilizando todos los días el único vehículo que está en funcionamiento.
Quejas de la comunidad
Los malos olores y las basuras regadas en la calle, son la constante cada vez que hay una crisis sanitaria con los residuos. La incomodidad es notable entre la ciudadanía, una profesora que vive en el sector de Las Brisas señaló: “esta problemática no es nueva. Hace meses que venimos lidiando con lo mismo: la basura se acumula durante 15, 20 días seguidos y recién ahí, con suerte, pasa el camión a recogerla. Para entonces ya hay montañas de bolsas rotas, restos de comida podrida, olores insoportables y animales revolviendo todo. Y la excusa es siempre la misma: que el carro está dañado. Como si eso justificara todo. Nunca hay una solución real, mucho menos una respuesta a largo plazo”, indicó.
“Esto no es normal, ni debería ser aceptado como algo “que pasa”. Estamos hablando de salud, de dignidad. Ya es hora de que se tomen en serio el problema, que se establezca un control real y se sancione a quienes no cumplen con su deber. Porque cuando se trata de salubridad, no se puede seguir esperando”.
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Para un concejal del municipio, de quien reservamos el nombre, básicamente el problema reside en la difícil comunicación entre el Alcalde y la gerente de Empresas Públicas, ya que el cargo de la gerente lo dejaron ‘amarrado’ a los cuatro años de él, desde la alcaldía anterior, y como no son afines políticos, esto termina afectando la eficacia de la función pública. Para el concejal, desde la corporación han tratado de solucionar este impase, pero esto no ha ocurrido por asuntos políticos.
Este medio de comunicación intentó comunicarse en dos oportunidades y en semanas diferentes, vía WhatsApp con el alcalde municipal, sin embargo, no respondió al llamado.
“El camión de la basura tiene un horario para pasar, pero hay días en que no pasa en ninguno de los horarios, y ni pasa. La basura se acumula, las personas sacan de sus casa la basura y al ver que el camión no pasa empiezan a recogerlas en fibras, para tenerlas más organizadas, para que los perros no las boten. Desde que yo estoy en Guadalupe esto se ha visto muy seguido; los fines de semana las personas bajan las personas del campo, no hay por donde pasar, porque todos los andenes están llenos de tulas de basuras, el parque lleno de basura. Se ha vuelto muy común que el carro no pase”, concluyó otra habitante del municipio que prefirió reservar su nombre.
Los habitantes de este municipio esperan que esta crisis, que lleva años, pronto se supere con el arreglo del vehículo compactador, de lo contrario, algunos amenazan con acciones judiciales a las Empresas Públicas del Municipio.









