Desde el 25 de junio de 2025, está en vigencia la Ley de Salud Mental, una ambiciosa normativa que busca transformar el enfoque de salud emocional en Colombia. La ley prioriza la prevención, el acceso a servicios especializados, y la pedagogía en todos los espacios sociales, desde escuelas hasta cárceles.
DIARIO DEL HUILA, SALUD
La salud mental en Colombia ha dado un paso crucial hacia su fortalecimiento con la entrada en vigencia de una nueva ley, aprobada por el Congreso y sancionada por el presidente Gustavo Petro. Se trata de una iniciativa impulsada por la representante a la Cámara Olga Lucía Velásquez, que actualiza las normativas existentes en el país para dar respuesta a los desafíos emocionales y psicológicos de la población, con un enfoque integral y preventivo.
Esta ley establece una serie de estrategias para garantizar el bienestar emocional, desde la primera infancia hasta la adultez, y en diferentes contextos sociales. Su propósito es prevenir los trastornos mentales, atenderlos de forma prioritaria y llevar a cabo una pedagogía permanente que incluya hogares, instituciones educativas, cárceles, lugares de trabajo y hospitales.
Intervención temprana en colegios
Uno de los pilares de la nueva ley es la intervención oportuna en los entornos educativos. Para ello, se implementarán comités de salud mental en los colegios, los cuales tendrán la misión de identificar, intervenir y dar seguimiento a los casos que afecten el bienestar emocional de estudiantes y docentes. Estos comités trabajarán de manera articulada con EPS, IPS y autoridades de salud de los territorios, realizando tamizajes que incluyan no solo a los alumnos, sino también a directivos, personal administrativo y otros miembros de la comunidad educativa.
Además, se promoverá la educación emocional desde las etapas más tempranas, enseñando a los niños y niñas a identificar sus emociones, expresarlas de forma sana y saber cuándo pedir ayuda. Este enfoque educativo no solo busca evitar que los problemas se agraven, sino fomentar una cultura del autocuidado emocional y del apoyo mutuo.
Padres y cuidadores también tendrán apoyo
La ley contempla la creación de espacios formativos para padres, madres y cuidadores, quienes recibirán herramientas para comprender mejor el comportamiento de sus hijos, identificar señales de alerta y fortalecer la salud mental desde el núcleo familiar. Esta estrategia busca hacer del hogar un entorno protector, informado y participativo en la prevención de riesgos psicosociales.
Acceso a servicios en todo el país
Otro punto clave de la ley es la implementación de una red mixta de atención en salud mental, que involucra tanto a hospitales públicos como a clínicas privadas. Esta red buscará ofrecer atención integral y equitativa, especialmente en zonas rurales, donde históricamente ha habido mayores dificultades para acceder a servicios especializados.
Se fortalecerán estos territorios mediante la asignación de personal capacitado, recursos adecuados y servicios diseñados según las necesidades particulares de cada región. También se diseñará una ruta especial de atención para colombianos en el exterior, con el fin de brindarles orientación y apoyo emocional, sin importar en qué parte del mundo se encuentren.
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Campañas educativas y protección digital
Con el fin de aumentar la conciencia colectiva sobre la salud mental, la ley establece el desarrollo de campañas educativas a través de televisión, radio, redes sociales y otros medios. Estas campañas explicarán las rutas de atención, cómo reconocer una crisis emocional y qué hacer en esos casos.
Asimismo, se implementarán controles digitales conjuntos para prevenir que niños y adolescentes accedan a contenidos que puedan afectar negativamente su salud mental en redes sociales y plataformas virtuales.
Enfoque en jóvenes y comunidades
Una parte esencial de la ley está dirigida a los adolescentes y jóvenes, población especialmente vulnerable ante problemas como el suicidio, el consumo de sustancias psicoactivas y la ansiedad. Para ello, se crearán estrategias claras de prevención y se formarán agentes comunitarios de salud mental. Estos agentes serán líderes, voluntarios y vecinos capacitados para identificar señales de alerta, brindar primeros auxilios psicológicos y canalizar a las personas hacia servicios profesionales.
Además, estudiantes universitarios de carreras afines como psicología, psiquiatría y trabajo social podrán realizar sus prácticas en zonas apartadas, contribuyendo al acompañamiento de comunidades en riesgo psicosocial.
Un sistema de seguimiento y control
El Ministerio de Salud será el encargado de coordinar la ejecución de esta política nacional de salud mental. Anualmente, deberá presentar ante el Congreso un informe detallado sobre los resultados de inversión e impacto de la ley.
También se creará un Observatorio Nacional de Salud Mental, con enfoque territorial, que producirá informes anuales basados en información actualizada sobre los problemas más graves en cada región. Junto a esto, el DANE y el Ministerio de Ciencia manejarán el Sistema Nacional de Información de Salud Mental, el cual organizará y analizará todos los datos relacionados con enfermedades, servicios, brechas y logros en esta materia.

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