La Cancillería reconoció este martes que el sistema de agendamiento para pasaportes está operando “a su máxima capacidad” en varias sedes del país, generando largas filas y dificultades para obtener citas. En Bogotá, se atendieron hasta 4.600 usuarios diarios en las dos sedes habilitadas, lo que equivale a unas 500 personas por hora que lograron programar una cita para expedir o renovar su documento .
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La situación se agrava debido al vencimiento del contrato con la unión temporal que incluye a Thomas Greg & Sons, previsto para el 1 de septiembre. Aunque la canciller saliente, Laura Sarabia, negoció una prórroga de 11 meses, el presidente Petro encomendó a su nuevo jefe de despacho avanzar en un acuerdo con la Casa de la Moneda de Portugal y la Imprenta Nacional, lo que tomaría al menos nueve meses.
Frente a la alta demanda, Cancillería exhortó a la población que no tiene un viaje inminente para que posponga la solicitud de cita, con el fin de agilizar el servicio para quienes sí lo necesitan. Asimismo, aseguró que la expedición de pasaportes está garantizada y pidió evitar la desinformación, recomendando usar únicamente sus canales oficiales.
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.Este escenario ha despertado preocupación pública y política. En los últimos días se presentó una demanda judicial ante un tribunal administrativo para que el Gobierno asegure la continuidad del servicio tras el 1 de septiembre, ante el riesgo de un eventual colapso . El desarrollo de esta crisis será clave para mantener los estándares internacionales necesarios, como la validez para el visado Schengen.
