Cada año, cerca de 300.000 mujeres mueren por causas relacionadas con el embarazo y más de 2 millones de recién nacidos fallecen en su primer mes de vida. Colombia muestra avances, pero los desafíos persisten.
DIARIO DEL HUILA, SALUD
Este 7 de abril, en el marco del Día Mundial de la Salud, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ponen el foco en la salud materna y neonatal, considerada fundamental para la protección de las familias y la sociedad. Este año, la conmemoración marca el inicio de la campaña “Comienzos saludables, futuros esperanzadores”, que busca reducir las muertes prevenibles de madres y recién nacidos, promoviendo mejores condiciones de vida para las mujeres desde el embarazo.
La mortalidad materna, definida como la muerte de una mujer durante el embarazo, parto o dentro de los 42 días posteriores, sigue siendo una tragedia evitable que afecta a miles de familias cada año. Según datos de la OMS, cerca de 300.000 mujeres mueren anualmente por causas relacionadas con el embarazo, mientras que más de 2 millones de recién nacidos fallecen en su primer mes de vida. A esto se suman millones de nacimientos sin vida, una problemática silenciada que requiere mayor visibilidad.
Desafíos para 2030
De mantenerse las tendencias actuales, cuatro de cada cinco países no cumplirán las metas de supervivencia materna fijadas para 2030 dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Además, uno de cada tres países no logrará reducir la mortalidad neonatal, lo que implica un serio retroceso en el compromiso global con los derechos de las mujeres y los niños.
Las cifras de la OPS son contundentes: 830 mujeres mueren cada día por causas evitables relacionadas con el embarazo y el parto. El 99% de estas muertes ocurren en países en desarrollo, afectando principalmente a mujeres que viven en zonas rurales o comunidades empobrecidas. En este contexto, las adolescentes presentan un riesgo mayor de complicaciones y muerte, lo que evidencia la urgencia de brindar atención profesional adecuada antes, durante y después del parto.
La situación en Colombia
Colombia ha mostrado progresos en los últimos años, aunque las cifras siguen generando preocupación. De acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), la mortalidad materna temprana en 2024 fue notablemente más alta en mujeres mayores de 35 años, con una tasa de 82,8 por cada 100.000 nacidos vivos, en comparación con 37,0 entre mujeres de 20 a 34 años.
En cuanto a avances, durante la semana epidemiológica 40 del año pasado, se reportó una reducción del 26% en las muertes maternas respecto a 2022, pasando de 220 a 161 casos. Sin embargo, las autoridades sanitarias advierten que estas cifras siguen siendo elevadas y que se requiere un mayor esfuerzo intersectorial para consolidar los avances.
Respecto a la mortalidad perinatal, un indicador clave de la calidad de la atención prenatal y neonatal, también se registró una disminución sostenida entre 2017 y 2024. Especialmente entre las madres mayores de 35 años, el indicador pasó de 19,8 a 16,9 por cada 1.000 nacidos vivos.
Un llamado a la acción
Ante esta situación, CODESS hace un llamado a reforzar la protección materno-infantil como una prioridad para garantizar un futuro más saludable y con oportunidades. La entidad insiste en la necesidad de fortalecer la Atención Primaria en Salud (APS), especialmente en las regiones más vulnerables, donde las barreras de acceso a servicios de calidad siguen siendo una de las causas estructurales de estas muertes evitables.
La meta global trazada por los ODS es ambiciosa: reducir la mortalidad materna a menos de 70 por cada 100.000 nacidos vivos para 2030, y en América Latina, el objetivo regional es incluso más exigente: alcanzar una tasa de 30 por cada 100.000.
Para lograrlo, será fundamental garantizar una atención oportuna y con personal capacitado durante el embarazo, el parto y el posparto, así como mejorar la educación sexual y reproductiva, y asegurar el acceso a servicios de salud para todas las mujeres, sin distinción de edad, condición económica o ubicación geográfica.









