La hemorragia y la preeclampsia siguen cobrando la vida de miles de mujeres en el mundo. Un nuevo informe de la OMS revela que, a pesar de los avances médicos, la falta de acceso a tratamientos oportunos sigue siendo un problema crítico. Cada dos minutos, una madre pierde la vida por causas prevenibles.
DIARIO DEL HUILA, SALUD
Un nuevo estudio publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha puesto en evidencia que las hemorragias y los trastornos hipertensivos, como la preeclampsia, son las principales causas de mortalidad materna en el mundo. Según los datos más recientes, estas afecciones fueron responsables de aproximadamente 80.000 y 50.000 muertes, respectivamente, en 2020, último año con estimaciones disponibles.
Una crisis de salud materna persistente
La mortalidad materna, que abarca hasta 42 días después del parto, sigue siendo un desafío global. En 2020, se registraron 287.000 muertes maternas, lo que equivale a una muerte cada dos minutos. Las hemorragias, principalmente durante o después del parto, representaron casi un tercio (27%) de los fallecimientos, mientras que la preeclampsia y otros trastornos hipertensivos contribuyeron con un 16% adicional.
La preeclampsia es una condición caracterizada por el aumento de la presión arterial que, si no se trata a tiempo, puede derivar en hemorragias, fallos orgánicos, convulsiones y accidentes cerebrovasculares. A pesar de los avances médicos, muchas mujeres en el mundo siguen sin acceso a tratamientos efectivos y atención obstétrica adecuada.
Más allá de las causas directas: enfermedades crónicas e infecciosas
El estudio de la OMS, publicado en la revista ‘Lancet Global Health’, también resalta que cerca del 23% de las muertes maternas están relacionadas con enfermedades crónicas e infecciosas, como VIH/sida, malaria, anemia y diabetes. Estas afecciones, muchas veces no detectadas o tratadas demasiado tarde, aumentan el riesgo de complicaciones durante el embarazo y el parto.
Para la OMS, entender las causas de la mortalidad materna es fundamental para abordar esta crisis. Pascale Allotey, directora de Salud Sexual y Reproductiva e Investigación de la OMS, enfatizó que muchas de estas muertes podrían evitarse con acceso a atención médica de calidad antes, durante y después del parto.
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Deficiencias en la atención materna y la urgencia de mejoras
Uno de los hallazgos más alarmantes del informe es la deficiencia en la atención postnatal. Aunque la mayoría de las muertes maternas ocurren durante el parto o en los días posteriores, aproximadamente un tercio de las mujeres en países de bajos ingresos no reciben controles esenciales en este periodo crítico.
La OMS destaca la necesidad de fortalecer la atención prenatal para detectar riesgos tempranamente y prevenir complicaciones graves. También subraya la importancia de mejorar los servicios obstétricos para atender emergencias como hemorragias y embolias, así como garantizar un seguimiento posnatal adecuado.
“La preeclampsia, por ejemplo, no solo pone en riesgo a la madre durante el embarazo y el parto, sino que puede causar complicaciones mucho después de dar a luz”, explicó Jenny Cresswell, científica de la OMS y autora del estudio. Un enfoque integral de la salud materna es clave para reducir la mortalidad y garantizar una mejor calidad de vida a largo plazo.
Falta de datos y desafíos en la vigilancia de la mortalidad materna
A pesar de los avances en la recolección de información, el estudio revela importantes vacíos de datos. Por ejemplo, el suicidio materno solo ha sido reportado en 12 países, y muchas naciones no documentan las muertes maternas tardías, que pueden ocurrir hasta un año después del parto.
El acceso limitado a la atención médica y las dificultades para recibir seguimiento adecuado después del nacimiento del bebé siguen siendo barreras significativas para reducir la mortalidad materna. La falta de información detallada impide una comprensión completa de los factores que influyen en estos fallecimientos y dificulta la implementación de estrategias efectivas para prevenirlos.
Estrategias y compromisos internacionales
Para abordar esta crisis, la OMS y sus aliados han desarrollado iniciativas como la ‘Hoja de ruta mundial para la hemorragia posparto’, lanzada en 2024, que establece prioridades para reducir esta causa principal de muerte materna. Además, los 194 países miembros de la Asamblea Mundial de la Salud aprobaron una resolución para fortalecer la calidad de la atención materna antes, durante y después del parto.
El Día Mundial de la Salud 2025 se centrará en la salud materna y neonatal, promoviendo esfuerzos para garantizar atención médica de calidad a mujeres y recién nacidos, especialmente en países con altos índices de mortalidad materna. Más allá de la supervivencia, la campaña buscará sensibilizar sobre la importancia del bienestar materno, incluyendo la atención postnatal y el apoyo a la salud mental.
Conclusión: Urge fortalecer la atención materna a nivel global
El estudio de la OMS subraya la necesidad urgente de mejorar la atención a la maternidad, desde el embarazo hasta el posparto. Las hemorragias y la preeclampsia siguen cobrando demasiadas vidas, muchas de las cuales podrían salvarse con acceso a servicios médicos adecuados. Además, el impacto de enfermedades crónicas e infecciosas en la salud materna no puede ser ignorado.
Garantizar atención de calidad para todas las mujeres, independientemente de su ubicación o condición económica, es un paso esencial para reducir la mortalidad materna y mejorar la salud global. La comunidad internacional debe redoblar esfuerzos para que ninguna mujer pierda la vida por complicaciones prevenibles durante el embarazo y el parto.
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