En Colombia, la costumbre de desechar el papel higiénico usado en una caneca es ampliamente practicada, en contraste con otros países como Estados Unidos o algunos europeos, donde se desecha directamente en el inodoro. Esta práctica se basa en la capacidad del sistema de alcantarillado para manejar papel higiénico, evitando obstrucciones en las tuberías. No obstante, en Colombia, se utiliza generalmente papel que no se desintegra fácilmente, lo que aumenta el riesgo de tapones y problemas de saneamiento.
De acuerdo con expertos, como Prosarc, el tipo de papel higiénico es crucial. Se recomienda el uso de papel biodegradable, diseñado para desintegrarse en contacto con el agua y evitar problemas en el sistema de desagüe. Sin embargo, hay opiniones divididas sobre la eficacia de estos productos, y en viviendas con tuberías antiguas, el proceso de degradación puede ser más lento y generar obstrucciones.
Le puede interesar: La RAE agregó nuevas palabras a su diccionario
En otros países, como Japón, se emplean tecnologías como los baños inteligentes, que eliminan la necesidad de papel higiénico mediante funciones automáticas de limpieza. Esto contrasta con las prácticas en Colombia, donde se prioriza la eliminación en canecas, lo que exige un manejo adecuado de los residuos para evitar problemas de salubridad.
Finalmente, si se opta por desechar el papel en el inodoro, es recomendable mantener prácticas diarias de vaciado de la caneca y seguir las normativas para disposición de residuos, garantizando así un manejo adecuado y seguro.
Puede leer: Dieta mediterránea: clave para la salud cardiovascular
