Colombia volvió a vivir los momentos aciagos que se presentaron durante las décadas de los 80 y 90, cuando las mafias del narcotráfico asesinaron a cinco candidatos presidenciales. El atentado que se perpetró cunado el precandidato del Centro Democrática, Miguel Uribe Turbay resultó herido cuando presidia una concentración popular en el barrio Modelia en el occidente de la capital de la República, a las 5 y 30 pm del sábado anterior con el concejal Daniel Briceño, quien resultó ileso. En medio de la conmoción popular, su anillo de seguridad lo socorrió y fue trasladado de inmediato a la Clínica Medicentro donde le prestaron los primeros auxilios. Posteriormente fue trasladado a la Clínica de la Fundación de Santafé, donde fue intervenido quirúrgicamente por los médicos especializados. Su estado de salud es reservado. Este acto abominable desde todo punto de vista se ha convertido en una afrenta contra la democracia colombiana, que se encuentra a menos de un año de llevarse a cabo las elecciones del próximo presidente del país. Las autoridades manejan varias hipótesis sobre los autores intelectuales de este atroz hecho sicarial.
Infortunadamente, el aumento de la polarización política que ha sido intensificada por el presidente Gustavo Petro Urrego ha venido siendo incentivada por los discursos incendiarios que ha venido realizando en todos los escenarios donde se convocan a las diferentes organizaciones sociales, los cuales expresan odios de clase, ataques al legislativo a través de madrazos y amenazas, actos que han sido repudiados por todos los actores de la opinión pública nacionales e internacionales. Las reacciones no se hicieron esperar por todos los presidentes de los países demócratas del mundo, quienes rechazaron de manera unánime este atentando criminal, contra uno de los candidatos que ha venido manteniendo una férrea oposición al actual primer mandatario de los colombianos, por su ineptitud e incapacidad gubernamental, para manejar y dirigir al Estado colombiano. Inclusive las ultimas sondeos de opinión, lo están dando como de los estadistas que podría ser el próximo presidente de los colombianos.
Los organismos de seguridad tienen en su poder al menor de edad quien fue instrumentalizado por los autores criminales para disparar contra la humanidad del Senador. Se espera en las próximas horas que se pueda esclarecer dicho hecho, que se convierte en un eslabón más de la profunda crisis de violencia que está soportando la sociedad Colombia, ante la pasividad y anuencia que ha venido manteniendo con algunas organizaciones narcoterroristas, desde el inicio de su mandato con el sofisma de distracción de implementar la política de la paz total, pero que, a la fecha, la criminalidad tiene sometido a más de 800 municipios del país. La sociedad se encuentra en oración permanente por la pronta recuperación de este congresista, que podría convertirse en el próximo presidente de los colombianos, dadas las condiciones políticas coyunturales que vive Colombia.







