Nunca, el presidente de la República Gustavo Petro Urrego pensó que el gobierno estadounidense tomara decisiones drásticas contra él y su entorno familiar, que lo irían afectar personalmente y financieramente ante las instituciones financieras nacionales e internacionales. Su arrogancia, soberbia y su vanidad de atacar permanentemente al presidente Donald Trump, en los diferentes escenarios donde convocaba a las mingas indígenas y organizaciones sociales para pronunciar sus acostumbrados discursos populistas e incendiarios, le generaron el más duro revés para su vida personal y para el país. De nada sirvió el transporte en 450 buses de indígenas y comunidades desde otros lugares del país, el pasado viernes a la Plaza de Bolívar en Bogotá, cuyos gastos fueron financiados con recursos del erario nacional, donde justificaba y negaba cada una de sus sanciones impuestas por el gobierno norteamericano por sus actuaciones anti-diplomáticas que ha tenido durante el presente año. Ahí tiene los resultados. Hasta las cuentas bancarias y de ahorros en la banca nacional, fueron bloqueadas automáticamente junto a la de sus familiares afectados y del ministro del Interior Armando Benedetti. Con el país del Tío Sam no se juega. Todos sabemos que estar inmerso en esta lista negra de empresas y personas vinculadas de tener relaciones con dineros provenientes del narcotráfico, es fatal.
Las Agencias de Inteligencia de los Estados Unidos, han venido rastreando grandes movimientos de dineros en Budapest, Dubái y otros paraísos fiscales del mundo y que acuerdo con las denuncias del ex militar, y ex político venezolano, quien alcanzó el grado de mayor general del Ejército Bolivariano de Venezuela, obtuvo un cargo como diputado en la Asamblea Nacional y desempeñado como director de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) de Venezuela, el cual se encuentra detenido en una prisión de los Estados Unidos, ha prendido el ventilador donde acusa al primer mandatario de los colombianos de haber recibido 15 millones de dólares para su campaña presidencial del Cartel de los Soles y que ha sido ratificado por el propio Diosdado Cabello, segundo del régimen, quien señaló públicamente que el entonces candidato Petro les había pedido apoyo para su campaña en 2018. Estas acusaciones tienen en serios aprietos al primer candidato de los colombianos. Puede ser sujeto de una apertura de un expediente judicial en el país del Tío Sam.
La situación de las relaciones de Colombia con los Estados Unidos es preocupante y tensionantes para los próximos días, así los áulicos del ejecutivo digan lo contrario. Inclusive se pone en serio riesgo, los futuros viajes al exterior del primer mandatario de los colombianos que a la fecha van 73 acompañados de una amplia fronda burocrática. Con ello, no queremos generar alarmas a la opinión pública. Los reiterados sucesos que se han presentado y los que están por llegar, están colocando en una incertidumbre a la economía colombiana.
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