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Abandonado por su familia y dejado a la deriva el HUN y la Alcaldía de Neiva

Jul 11, 2025

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Pese a que un juez ordenó medidas urgentes para proteger su vida, un adulto mayor con graves patologías fue entregado irregularmente por el Hospital Universitario y hoy su paradero es desconocido.

DIARIO DEL HUILA, NEIVA

El caso del señor Henry Contreras Oliveros, un adulto mayor de 60 años con múltiples enfermedades y en condición de abandono, ha generado una profunda preocupación en Neiva. A pesar de existir un fallo de tutela que ordenaba garantizar su protección, el hombre fue entregado a un hogar de paso no autorizado y, desde el 9 de abril, se encuentra desaparecido.

Henry Contreras padecía esquizofrenia paranoide, hipertensión arterial, enfermedad renal crónica, alteraciones neurocognitivas, pérdida de la autonomía funcional y riesgo de ulceraciones. Su estado de salud era crítico. Había sido internado en la Unidad Mental del Hospital Universitario Hernando Moncaleano Perdomo de Neiva desde febrero de 2025. Su historia de abandono comenzó cuando sus familiares directos, María Doris Oliveros y Carlos Contreras Oliveros, residentes en Bogotá y con los recursos económicos para apoyarlo, decidieron desentenderse completamente de su cuidado.

Acción de tutela

La Personería Municipal de Neiva, al conocer el caso, interpuso una acción de tutela con el fin de garantizar los derechos fundamentales del paciente: la salud, la vida en condiciones dignas y la protección como persona mayor con discapacidad.

El fallo, proferido por el Juzgado Sexto Penal Municipal con Función de Conocimiento, fue claro y contundente. Ordenó a la Alcaldía de Neiva, junto con las Secretarías de la Mujer, Infancia y Desarrollo Social, y de Salud, que en un plazo máximo de 10 días hábiles se gestionara el ingreso de Henry a un hogar de paso con un programa integral de protección. Además, exigía que el Hospital continuara con su atención médica en caso de haberse ordenado el egreso, mientras se completaban los trámites para su traslado a un centro de larga estancia.

Sin embargo, la respuesta institucional fue alarmante. El trabajador social del Hospital Universitario decidió, de manera unilateral y al margen de lo ordenado por el juez, trasladar a Henry Contreras al Hogar de Paso María Inmaculada. Esta entidad no tiene convenio vigente con la Alcaldía ni fue designada por las autoridades competentes. Según el personal del hogar, el trabajador social afirmó que regresarían pronto por él, algo que nunca ocurrió.

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El 9 de abril, fue dejado en el Hogar de Paso María Inmaculada sin respaldo institucional.

Mentiras y engaños

Al sentirse engañados y sin respaldo oficial, el Hogar de Paso decidió dejar en libertad a Henry el 9 de abril. Desde ese momento, su paradero es desconocido. Ninguna autoridad se ha pronunciado al respecto.

La situación es doblemente grave. Por un lado, se configura un abandono familiar que ya está siendo investigado por la Fiscalía General de la Nación por posible maltrato y omisión de deberes. Por otro, se evidencia una cadena de omisiones estatales: el Hospital no cumplió con su obligación de custodiar al paciente ni de coordinar con las entidades responsables; la Alcaldía no garantizó el hogar de paso ni activó un protocolo de seguimiento.

El mismo fallo judicial advertía que Henry requería una “intervención urgente y coordinada del Estado” para preservar su integridad. No obstante, ese llamado fue ignorado, convirtiendo un proceso de protección en una nueva vulneración.

El drama de Henry Contreras no es un caso aislado. Refleja una problemática estructural en Colombia: adultos mayores en situación de vulnerabilidad que terminan atrapados entre el abandono familiar y la negligencia institucional. Pese a las leyes, fallos judiciales y discursos sobre derechos humanos, la realidad muestra que los más frágiles siguen estando solos.

Al día de hoy, ni la Alcaldía de Neiva, ni el Hospital Universitario, ni las secretarías involucradas han emitido una declaración sobre el caso. La comunidad exige respuestas: ¿Dónde está Henry Contreras? ¿Quién responde por la desobediencia a un fallo judicial? ¿Qué medidas se tomarán para evitar que esto se repita?

Mientras tanto, Henry continúa siendo una víctima silenciosa de un sistema que prometió protegerlo y terminó por fallarle. Su desaparición, tras una orden de tutela que buscaba precisamente evitar ese desenlace, deja al descubierto una verdad incómoda: los derechos fundamentales en Colombia aún dependen más de la voluntad institucional que del imperativo legal.

El fallo de tutela, emitido por el Juzgado Sexto Penal de Neiva, ordenaba su protección inmediata.

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