La seguridad y la inteligencia del Estado está siendo infiltrada por las organizaciones narcoterroristas durante el presente cuatrienio, de acuerdo con los audios y chats que se encontraron en los equipos de cómputo y demás dispositivos que fueron decomisados en un retén en Anorí Antioquia, el año anterior donde fueron capturados los cabecillas de esta organización narcoterrorista y que por orden presidencial fueron dejarlos libre a cuatro de sus integrantes, entre ellos a Alias Calarcá, para que continuaran delinquiendo a lo largo y ancho del territorio colombiano. Además, se les facilitó para que continuarán desarrollando sus actividades narcoterroristas. Dada su trayectoria criminal, los Estados Unidos lo tiene pedido en extradición y otorga una jugosa recompensa de cinco millones de dólares, pero que el gobierno nacional, no lo ha querido autorizar con el sofisma de distracción de la Paz Total que ha sido un fracaso total. Es absurdo que el ejecutivo, haya designado a activistas en los altos cargos del Estado, encargados de manejar la inteligencia militar de Colombia. Absurdo. Es “como colocar a los ratones a cuidar el queso”. Este es un hecho de los más serios para la seguridad y el orden.
Nuestras fuerzas militares se encuentran inermes, cuando van a desarrollar operaciones contra las estructuras criminales que operan en las dos terceras partes del país. De acuerdo con los audios encontrados en los equipos de computo incautados, así lo demuestran. Así el primer mandatario de los colombianos, como siempre niegue estas denuncias del equipo investigador de Noticias Caracol, los archivos informáticos que poseen estos grupos subversivos donde mantienen toda la historia de sus actos delincuenciales cometidos, y donde están condensadas estas afirmaciones que les suministran las posiciones geográficas de los grupos de asalto de las Fuerzas Militares y de la Fuerza Pública. Nos preguntamos si los centenares de asesinatos y heridos que se han presentado durante los últimos tres años están correlacionados con estos hechos. Los organismos de Control deben investigar a fondo, y colocar a buen recaudo los funcionarios responsables de tales hechos abominables y detestables de todo punto de vista.
Las Agencias de Inteligencia de los Estados Unidos que, por cierto, ya los tienen en sus bases de datos, están acumulándolos como pruebas judiciales en los voluminosos expedientes que se están estructurando contra algunos funcionarios del Alto Gobierno del presidente Petro y que lo pueden salpicar de acuerdo con los anuncios del gobierno norteamericano. Es importante recordar que en los anales judiciales que adelantan las autoridades judiciales del país del Tío Sam, no existen las negativas que realizan los servidores públicos, cuando son salpicados en estos escándalos. Ellos poseen toda la tecnología de punta. Ellos son dueños de los satélites que facilitan las comunicaciones por WhatsApp y demás sistemas de comunicación y pueden grabar sin pedirles permiso a nadie, de todos los mensajes que se intercambian.
