Nacida para transformar las dificultades académicas en oportunidades reales de pensamiento, Vestigium es la experiencia de la Institución Educativa Simón Bolívar que convirtió la investigación escolar en una herramienta viva para fortalecer la comunicación, despertar interés por las ciencias sociales y preparar a los estudiantes para dar el salto del colegio a la universidad con argumentos, voz propia y sentido crítico.
DIARIO DEL HUILA, PROYECTOS DH
En medio del Encuentro Departamental de Experiencias Pedagógicas Significativas 2025, una propuesta educativa proveniente del municipio de Garzón llamó la atención por su enfoque investigativo, su sostenibilidad en el tiempo y su impacto en la formación comunicativa de los estudiantes. Se trata de Vestigium, una experiencia impulsada por la Institución Educativa Simón Bolívar, presentada por el docente Miguel Lorenzo Trujillo, quien ha liderado el proceso desde su creación en 2018 y lo describe como un proyecto que permite “dejar huella a través de la investigación y la comunicación”.
Vestigium nació en el marco de la implementación de la jornada única, con un propósito claro: promover los tránsitos académicos del colegio a la universidad a través de la investigación como eje fundamental de la educación. Más que una asignatura o una estrategia aislada, el proyecto se consolidó como un espacio académico en el que la investigación se convierte en práctica formativa real, orientada a mejorar la lectura, la argumentación, la expresión oral y la escritura desde las Ciencias Sociales.
Una experiencia que surge para transformar una problemática educativa
El origen de Vestigium fue una reflexión institucional: aunque los estudiantes conocían los contenidos propios del área de sociales, presentaban dificultades para comunicar sus ideas con coherencia, defender sus planteamientos, escribir textos argumentativos completos y participar activamente en debates. A esto se sumaban bajos resultados en pruebas internas y externas, desmotivación hacia las ciencias sociales y una insuficiente conexión entre el aprendizaje escolar y la realidad social.
“Detectamos que sabíamos de sociales, pero no sabíamos comunicar lo que pensábamos”, expresan desde el proceso formativo. La solución no fue únicamente reforzar contenidos, sino cambiar la lógica del aprendizaje: pasar de memorizar información a producir conocimiento mediante preguntas, investigación y comunicación con sentido.
Así, Vestigium no nació solo como una propuesta metodológica, sino como una respuesta educativa a un diagnóstico concreto.
Aprendizaje Basado en Preguntas: investigar para pensar
A diferencia de otros proyectos centrados en la investigación tradicional, Vestigium adoptó una metodología particular: el Aprendizaje Basado en Preguntas polémicas (ABP), un enfoque en el que las inquietudes surgen de problemáticas reales —locales, sociales o nacionales— y guían el proceso académico.
Este modelo parte de una premisa clave: no hay pensamiento crítico sin la capacidad de formular buenas preguntas. Bajo esta orientación, la investigación dejó de ser un agregado académico y se convirtió en una estructura que atraviesa la formación en ciencias sociales desde sexto hasta once.
Cada año, los estudiantes desarrollan proyectos autónomos que cambian según el contexto y los intereses colectivos. No se repiten temáticas: cada grupo construye su propio aporte, generando diversas líneas de trabajo y promoviendo que la escuela se convierta en un espacio de producción de conocimiento, no solo de transmisión.
De la idea a la voz: comunicar para transformar
En Vestigium, comunicar no es el paso final después de investigar: es parte esencial del proceso. La exposición de resultados, la argumentación pública, los foros académicos y la escritura estructurada son prácticas permanentes que permiten fortalecer la oralidad, la escucha activa y la redacción con sustento.
Cada hallazgo debe ser expuesto, debatido y documentado, lo que convierte el aula en un escenario académico donde los estudiantes practican habilidades propias de la vida universitaria. Esa intención pedagógica coincide con la esencia del proyecto: preparar a los jóvenes para transitar al nivel superior con bases críticas, comunicativas y metodológicas.
La experiencia se integró al PEI como asignatura de profundización en Ciencias Sociales y se sostiene institucionalmente como política educativa interna, lo que garantiza su continuidad, replicabilidad y pertinencia.
Resultados: una escuela que gana voz, pensamiento y argumentos
A lo largo de los siete años de ejecución, Vestigium ha mostrado avances medibles en distintos niveles. Entre los resultados destacados se encuentran:
- Incremento en las habilidades de comunicación oral y escrita, evidenciado en diagnósticos internos y presentaciones académicas.
- Mejoras en pruebas de Estado, donde los estudiantes reflejan mayor capacidad para comprender textos, argumentar y analizar problemáticas.
- Mayor capacidad para expresar ideas con evidencia y coherencia, fortaleciendo la participación en debates.
- Aumento del interés y sentido de pertenencia hacia la investigación escolar.
- Proyección social de los proyectos, que trascienden el aula y dialogan con realidades locales y nacionales.
Vestigium no solo forma investigadores escolares: forma ciudadanos capaces de participar en conversaciones públicas con argumentos.
Una experiencia que trasciende la institución
Uno de los elementos más sólidos del proyecto es su sostenibilidad. A diferencia de iniciativas temporales o aisladas, Vestigium se mantiene activo por la institucionalización del proceso, la continuidad pedagógica, el enfoque transversal y el compromiso docente.
El proyecto ha logrado:
- Permanecer vigente desde 2018 sin interrupciones.
- Ser reconocido a nivel departamental.
- Ser seleccionado a nivel nacional en Solve for Tomorrow (Samsung), lo que evidencia su potencial innovador.
- Convertirse en una experiencia replicable para otras instituciones interesadas en fortalecer competencias comunicativas desde la investigación.
Este impacto no solo transforma a quienes participan directamente, sino que abre camino para que la formación investigativa sea parte esencial del currículo escolar, y no un complemento extracurricular.
La investigación como huella educativa
El nombre Vestigium remite a la idea de rastro, marca o camino recorrido. El proyecto se construyó sobre esa metáfora: cada investigación deja una huella en el pensamiento y en la comunidad educativa. Esa huella no es únicamente un producto académico, sino una transformación en la forma de aprender, dialogar y relacionarse con la realidad.
Para la Institución Educativa Simón Bolívar, investigar se convirtió en una manera de habitar la escuela: preguntar, argumentar y comunicar dejaron de ser actividades aisladas para convertirse en prácticas identitarias.
Como señala el equipo pedagógico:
«Cuando comunicamos lo que descubrimos, transformamos lo que somos.»
Vestigium es, en esencia, una pedagogía que enseña a escuchar, escribir, analizar y construir conocimiento con intención social.
Aprender investigando, comunicar para transformar
La experiencia presentada en el Encuentro Departamental de Experiencias Pedagógicas Significativas 2025 demuestra que la investigación escolar no es un lujo reservado para la educación superior, sino una necesidad formativa desde edades tempranas.
Vestigium evidencia que cuando los estudiantes investigan lo que viven, formulan preguntas relevantes y tienen espacios reales para comunicar sus hallazgos, se fortalece no solo su desempeño académico, sino su capacidad de incidir en la sociedad.
La educación deja huella cuando enseña a pensar. Y en Garzón, esa huella se llama Vestigium.
