POR: JAIME ALBERTO ARRUBLA PAUCAR
Mientras el Presidente Petro se ocupaba de lanzar dardos contra los Estados Unidos, por su acción militar contra las narcolanchas en el Caribe, acusándolos de asesinato contra pescadores, de violación del DIH, de ajusticiamiento sin formula de juicio, etc.; se le vino el mundo encima, con ocasión de los bombardeos contra el grupos delincuenciales, en los cuales, al parecer, han perdido la vida menores adolescentes, que estaban reclutados por esa banda criminal.
El Presidente ha reconocido que tomó la decisión del bombardeos, corriendo el riesgo, pues todos esos grupos criminales, reclutan menores y los utilizan como escudos militares. Se trata de una situación muy parecida a lo que hacía Hamas en el conflicto con Israel. La diferencia con las narcolanchas es que estas no llevaban menores ni eran tripuladas por estos, sino por adultos.
El Presidente Petro presentó un balance oficial en el que confirmó que más de 12 menores reclutados por las disidencias murieron en operativos militares recientes, ejecutados por la Fuerza Pública Colombiana en Caquetá, Guaviare y Arauca. También murió una niña que había resultado herida. El Presidente explicó que las muertes ocurrieron en bombardeos y acciones ofensivas contra estructuras del Estado Mayor Central, lideradas por Iván Mordisco, e informó que su Gobierno denunciará al cabecilla ante la Corte Penal Internacional por violaciones al Estatuto de Roma.
Nada más equivocado; Iván Mordisco no es un Jefe de Estado, ni la justicia internacional, que es subsidiara, es competente para conocer de sus delitos. Le corresponde el conocimiento, instrucción y juzgamiento, a la justicia colombiana; la Corte Penal Internacional conoce de crímenes de guerra, cuando los sistemas judiciales nacionales no actúan. Lo que hay que hacer, es capturarlo y juzgarlo, y no darle patente de corso, bajo el amparo de “la Paz Total”.
La Defensoría del Pueblo que denunció el hecho, ha pedido que cesen los bombardeos contra las estructuras criminales, a fin de proteger a los menores que tienen reclutados. Es la gran encrucijada en la que se encuentra el Gobierno; si los suspende, esas estructuras criminales se toman el país y los menores, serán reclutados para ser utilizados como escudos protectores anti bombardeos; si continúa con los bombardeos, van a ser sacrificados menores de edad reclutados por las estructuras criminales y el gobierno tendrá que llevar el peso de su decisión.
Es muy fácil criticar a los demás; como hace poco lo hacía el Presidente por las acciones de Israel contra Hamas en la franja de Gaza, después del asesinato de más de 1000 personas en un concierto de música en Tel-Aviv y de la retención indebida de mas de cien rehenes; o cuando se critica las acciones de Estados Unidos en el Caribe, contra los traficantes de drogas. Ahora, pasó el gobernante de critico a criticado, de acusar de violaciones al DIH a ser el acusado. ¿Qué decisión va tomar? ¿Seguirá con los bombardeos? O va a dejar al país en manos de la mafia.








