El representante a la Cámara Julio César Triana volvió a prender las alarmas por el preocupante deterioro del orden público en el Huila. Tras una seguidilla de hechos violentos registrados en menos de 48 horas, el congresista aseguró que el departamento atraviesa “uno de sus momentos más críticos” mientras el Gobierno nacional, según él, no actúa con la contundencia que la situación exige.
DIARIO DEL HUILA, PANORAMA
Desde el Congreso de la República se repiten una y otra vez las advertencias sobre el avance de grupos criminales en distintas regiones del país. En el caso del Huila, Triana ha sido una de las voces más insistentes al señalar que la presencia de estructuras armadas ilegales está creciendo, al punto de poner en jaque a la ciudadanía.
“La seguridad en el Huila está atravesando uno de sus momentos más críticos”, afirmó el representante, quien ha documentado con preocupación el aumento de amenazas, atentados y acciones violentas en el territorio.
En un análisis difundido a través de sus redes sociales, el congresista entregó un panorama sombrío: en menos de 48 horas se registraron tres hechos que, según él, reflejan la gravedad de la crisis que vive el departamento.
Tres hechos en 48 horas: señales de un territorio vulnerado
Triana describió uno por uno los sucesos que, a su juicio, confirman que el control territorial se está perdiendo.
El primero ocurrió en la vereda Bellavista, donde dos personas que se movilizaban en motocicleta fueron atacadas a tiros por desconocidos. Horas después, en el municipio de El Pital, un grupo armado lanzó amenazas directas contra la comunidad. Finalmente, en zona rural de Gigante, un bus de servicio público fue incinerado, dejando en evidencia la libertad con la que —según el congresista— se están moviendo estos grupos criminales.
“Estos hechos exigen acción inmediata. No podemos seguir con un Estado que mira hacia otro lado mientras la violencia avanza”, reclamó Triana, insistiendo en que la situación exige respuestas urgentes del Gobierno nacional y de la Fuerza Pública.

Un llamado directo al Gobierno Petro
Triana volvió a pedirle al presidente Gustavo Petro y al Ministerio de Defensa mayor contundencia frente al avance de las estructuras armadas en el Huila.
Para el representante, la respuesta institucional ha sido insuficiente y no corresponde a la magnitud del problema:
“El Huila necesita autoridad, resultados y la determinación de recuperar el control del territorio”, expresó.
Hasta el momento, el Ministerio de Defensa no ha emitido un pronunciamiento sobre los recientes hechos, aunque se espera que la Fuerza Pública refuerce su presencia para intentar frenar la cadena de acciones violentas que se ha vuelto recurrente en varias zonas del departamento.
Una voz insistente: meses alertando el deterioro
No es la primera vez que Triana alza la voz sobre la situación de seguridad. Desde hace varios meses, ha advertido que el departamento está quedando en manos de grupos criminales y que la presencia de hombres armados es cada vez más notoria.
Según el congresista, la expansión de estas organizaciones no solo afecta la tranquilidad de las comunidades, sino que limita la movilidad, altera las dinámicas productivas y genera un ambiente de miedo permanente.
Para él, el Gobierno está minimizando el alcance del problema y no está dimensionando la presión que viven los habitantes rurales, líderes sociales, transportadores y comerciantes.

El atentado que marcó su postura
La preocupación de Triana no es solo producto de los reportes ciudadanos y los hechos de orden público: él mismo fue víctima de un atentado el pasado 13 de agosto, mientras se desplazaba por carreteras del Huila con su esquema de seguridad.
Según denunció, recibió por lo menos ocho impactos de bala de fusil y pistola, pero logró salir ileso junto a sus acompañantes gracias a la rápida reacción de su equipo y a la evacuación en helicóptero.
El ataque generó una fuerte polémica luego de que el presidente Gustavo Petro afirmara que el congresista “se metió a un retén de bandidos que ya llevaban varios autos hurtados”. Para Triana, esa respuesta fue una forma de restarle importancia a un hecho que, en su concepto, evidencia el poder de fuego y la libertad de operación que hoy tienen los grupos armados en la región.

Un departamento que exige atención urgente
Mientras continúan los hechos violentos y las alertas de las comunidades, el Huila sigue esperando acciones de fondo que permitan recuperar la estabilidad y frenar la expansión de los grupos ilegales.
Triana, una de las voces más persistentes en este tema, insiste en que la situación no puede seguir siendo ignorada: el departamento, sostiene, está llegando a un punto crítico que requiere decisiones firmes, estrategias claras y presencia institucional real.








