Ruber Bustos
Mi nombre es Ruber Bustos Ramírez, y mis manos, como las de mi padre y mi abuelo, saben a tierra y a café. Desde mi finca, en lo alto de estas montañas del centro del departamento, he visto crecer no solo mis cafetos, sino también el orgullo por lo que hacemos. Por eso, cuando escuché las cifras de producción enero – diciembre 2025 en el Precongreso Cafetero 2025 en Pereira, me llenó el pecho un orgullo que tengo que compartir con ustedes.
Los números de la Federación Nacional de Cafeteros establecen que, una vez más, el Huila es el líder cafetero de Colombia, aportando un imponente 19,65% de la producción nacional. Traducido a mi idioma, esto significa que casi uno de cada cinco sacos de café que salen del país lleva el alma de mi tierra. Hemos producido más de 2.5 millones de sacos, superando a gigantes como Antioquia y Tolima. Y sí, es un logro que mantenemos con honor desde el 2012.
Pero déjenme decirles la verdad, como caficultor, la cifra que me hace sentir más realizado no es el 19,65%, sino el 21.8 sacos por hectárea. Esa es nuestra carta de presentación. Superar la productividad promedio nacional de 19.7 sacos por hectárea no es casualidad; es el resultado de años de disciplina.
Muchos preguntan el secreto. No hay magia, hay trabajo y conocimiento. Es la persistencia de más de 87.700 familias que hemos aprendido a trabajar de la mano con la ciencia. En mi finca, ya no sembramos «al ojo»; aplicamos las buenas prácticas agrícolas que nos enseña el Servicio de Extensión, aprovechamos la tecnología de Cenicafé, y seguimos de cerca los boletines meteorológicos. Sabemos cuándo abonar, cuándo renovar y cuándo cosechar, a pesar del clima cambiante.
El café es nuestro motor. En los 35 municipios cafeteros del Huila, este cultivo nos da sustento, nos permite educar a nuestros hijos y nos da una identidad inconfundible. Estamos usando la tierra de manera eficiente: tenemos más de 115 mil hectáreas productivas, y lo hacemos de forma responsable y sostenible.
Este liderazgo, el que nos ha consolidado por más de 15 años, es una victoria de la gente. Es el reflejo de que, cuando las familias caficultoras, el gremio y las instituciones trabajamos en una misma dirección, no hay quien nos detenga.
Mi mensaje es de gratitud, pero sobre todo, de compromiso. Seguiremos trabajando con la misma pasión, esa que se siente al cosechar el grano maduro bajo el sol de la mañana. Seguiremos demostrando que el aroma, el sabor y la excelencia productiva de Colombia tienen su epicentro aquí, en el Huila.
¡Salud por el café huilense! El café que nos llena de orgullo.








