Las tensiones internas en el Centro Democrático continúan creciendo mientras el partido define el mecanismo para elegir a su candidato presidencial de 2026. Una reciente polémica surgió tras la inconformidad expresada por el precandidato Miguel Uribe Londoño, quien cuestionó el proceso de selección de las encuestadoras encargadas de definir al aspirante único de la colectividad.

En una carta dirigida al presidente del partido, Gabriel Vallejo, Uribe Londoño manifestó su desacuerdo con las decisiones tomadas en la reunión del pasado 4 de noviembre, en la que se escogieron las firmas encuestadoras. Según el precandidato, el procedimiento habría carecido de claridad y consenso entre los aspirantes.
La respuesta de Vallejo no se hizo esperar. En una comunicación oficial, el dirigente pidió a Uribe Londoño “respeto y consideración” hacia las decisiones institucionales del partido y señaló que los términos usados en su misiva “no se compadecen con el trato” que el Centro Democrático le ha brindado. Además, le solicitó aclarar una supuesta solicitud de servicios a la firma AtlasIntel, la cual no habría sido aprobada por la dirección del partido.
Por su parte, la también precandidata presidencial María Fernanda Cabal salió en defensa del presidente de la colectividad, asegurando que es “inadmisible” que se pretenda debilitar la confianza dentro del Centro Democrático. Cabal expresó su respaldo total al liderazgo de Vallejo, afirmando que confía en su imparcialidad y compromiso con la unidad del partido.

Mientras tanto, los demás precandidatos —entre ellos Paloma Valencia, Óscar Iván Zuluaga y Ernesto Macías— se mantienen a la expectativa del resultado de la encuesta, que definirá quién representará al uribismo en las elecciones presidenciales del próximo año.
El proceso busca cerrar filas en torno a una candidatura única, aunque las diferencias internas evidencian que la unidad del partido sigue siendo un desafío pendiente.









