Con una inflación que ronda el 5,18%, el incremento del salario mínimo para 2026 podría ubicarse entre el 6,5% y el 7,5%, según los primeros cálculos. Esto llevaría el salario base a un rango aproximado de entre $1.444.345 y $1.452.460, sin incluir el auxilio de transporte.
DIARIO DEL HUILA, ECONOMÍA
El debate sobre el aumento del salario mínimo en Colombia ya comenzó a tomar forma, y los primeros escenarios giran en torno al comportamiento reciente de la inflación. De acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de septiembre registró una variación anual del 5,18%, cifra que se alinea con las proyecciones de los analistas y marca una tendencia estable frente a los meses anteriores.
Este dato es clave, ya que el salario mínimo legal vigente se ajusta cada año con base en el porcentaje de inflación de cierre —que se conoce en diciembre— y el crecimiento de la productividad. Así, aunque aún faltan dos meses para el cierre oficial de las cifras, el 5,18% sirve como punto de partida para estimar cuánto podría aumentar el ingreso básico de millones de trabajadores colombianos en 2026.
Proyecciones del incremento
Si la inflación se mantiene estable en torno al 5,18% y se le suma la productividad estimada —que oscila entre el 1,5% y el 2,0%—, el ajuste total del salario mínimo podría ubicarse entre el 6,5% y el 7,5%.
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Con base en ese rango, el salario mínimo mensual pasaría de los actuales $1.300.000 (valor de referencia de 2025) a entre $1.444.345 y $1.452.460 en 2026, sin incluir el auxilio de transporte, que también se reajustará proporcionalmente según el nuevo aumento.
Sin embargo, este cálculo sigue siendo hipotético, pues el valor final dependerá de la concertación entre el Gobierno, los empresarios y las centrales obreras en la mesa de negociación del salario mínimo, que comenzará en la segunda semana de diciembre.
Visiones enfrentadas: trabajadores y empresarios
El aumento del salario mínimo suele ser uno de los temas más sensibles de la economía colombiana, ya que afecta directamente el poder adquisitivo de los trabajadores, pero también los costos laborales de las empresas.
Las centrales obreras insisten en que el incremento debe superar el nivel de inflación para compensar la pérdida de poder de compra que han sufrido las familias, especialmente en alimentos y vivienda, dos de los rubros con mayor impacto en el gasto de los hogares.
Por su parte, los gremios empresariales advierten que un aumento excesivo podría tener consecuencias negativas sobre el empleo formal. Argumentan que un alza muy elevada puede incentivar la informalidad laboral, especialmente entre las micro y pequeñas empresas que enfrentan mayores dificultades para cubrir los nuevos costos.
Calendario de negociación
De acuerdo con el cronograma habitual, las conversaciones para definir el salario mínimo del 2026 iniciarán en la segunda semana de diciembre, y el primer intento de concertación debería realizarse alrededor del 15 de diciembre.
Si en esa fecha no se logra un acuerdo, las partes podrán continuar las reuniones hasta el 31 de diciembre de 2025. En caso de persistir el desacuerdo, el Gobierno Nacional tendrá la potestad de fijar el incremento por decreto, tal como ha ocurrido en varios años anteriores.
En cualquier caso, el resultado final deberá equilibrar las expectativas sociales con la estabilidad económica, en un contexto en el que la inflación muestra señales de moderación, pero el costo de vida sigue siendo un reto para millones de hogares.
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