Diario del Huila

Solidaridad por el estadio Plazas Alcid I

Nov 4, 2025

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Alfonso Vélez Jaramillo

Causa escozor, desagrado y hasta disgusto que algunos con intereses políticos y hasta politiqueros y sin fundamentos ni conocimiento del tema, especulen con el asunto del estadio, sin aportar ideas para que vuelva a estar al servicio de los huilenses.

Llegó el momento, una buena oportunidad para que la dirigencia administrativa, política, el sector privado y los gremios, hagan un alto en el camino y se unan con el periodismo a trabajar con las fuerzas vivas del departamento para con el propósito de recuperar el estadio Guillermo Plazas Alcid.

El comentario destructivo y sin fundamento no es buen consejero. Cierto, poco el esfuerzo de los gobernantes de turno, aunque no es la coyuntura, para seguir con el dedo acusador, la historia se encargará de poner a cada quien en su lugar.

La crítica constructiva, censora y escrutadora es conveniente y necesaria, debe ser acompañada de la solidaridad huilense para salvar el estadio y la villa olímpica, es una necesidad urgente de nuestros deportistas y el desarrollo económico y social.

El alcalde de Neiva German Casagua y el gobernador del Huila, Rodrigo Villalba, se comprometieron en campaña a recuperar el estadio Guillermo Plazas Alcid, y por lo visto en los últimos días, están cumpliendo la palabra, ya están los recursos para reconstruir la tribuna occidental.

Si esperamos más tiempo, la obra tendrá un valor superior más tarde y seguiremos soportando la vergüenza nacional por falta de un estadio digno, muchas ciudades, sin ser capital lo tienen.

El Plazas Alcid, es la casa del Atlético Huila, y la segunda casa de miles de niños jóvenes y adultos deportistas que podrán entrenar y disputar los diferentes certámenes de carácter deportivo departamental y nacional.

Al ser inhabilitado el estadio para la competencia del futbol profesional, “porque no existen las condiciones mínimas de seguridad” para congregar el público, se puso “el dedo en la llaga”, de una tragedia que desnuda la insolidaridad y la desunión con la causa huilense.  

Ese era el argumento que requerían para llevarse el Atlético Huila para otra parte, como venían ventilándolo sus directivas desde hace más de un año y no se atrevían a hacerlo.

El Club Atlético Huila, es de capital extranjero que opera bajo sus propios estatutos, su actividad y sus relaciones se rigen por las normas del derecho deportivo colombiano.

Sin embargo, crea nuestro vínculo sociológico huilense con nuestra tierra, por cuya razón debemos hacer los últimos esfuerzos para evitar el cambio de domicilio del equipo.

Cuando el ecuatoriano Michel Deller, adquirió la mayoría accionaria nos ilusionamos con un musculo financiero fuerte y un equipo humano competente para posicionarlo en materia deportiva y económica, pero nada se dio. 

Cierto, la decisión de buscar alternativas por la falta de público, aunque es pertinente mencionar que, desde su fundación en el año 90, el club, nunca pagó por el uso del estadio, ni siquiera los servicios públicos, ni arrendamiento de su sede administrativa, escasamente paga el cuidado de la gramilla.

Para los cuadrangulares en el Murillo Toro, de Ibagué, las empresas de transporte, deben organizar viajes expresos a precios económicos para facilitar la asistencia de hinchas con sus familias, y de paso, disfruten de un paseo por el Tolima Grande.  

No se había sentido a un gobernador del Huila, como Rodrigo Villalba Mosquera, empeñado en invertir en Neiva, inclusive decenas de calles en los barrios están siendo pavimentadas por conducto del mandatario y esta situación debe aprovecharse.

Lamentable de quienes atacan y le clavan estocadas sin compasión al actual gobierno por el tema estadio. Peor si desconocen de la inmensa utilidad social del Guillermo Plazas Alcid, como el más importante escenario público del Huila, en materia de recreación y deportes.  

Congrega espectadores y competidores deportivos, y funciona muy bien cuando se diversifica su utilización con eventos culturales, cívicos, recreativos, religiosos, inclusive hasta políticos. Un estadio es multipropósito.

La remodelación de nuestro estadio no debe hacerse pensando solamente en el Atlético Huila, se trata de devolverle el decoro al futbol y al pueblo huilense, como escenario público, especialmente público, sin restricciones y de manera gratuita.

En el estadio y la Villa deportiva están fincadas todas las expectativas de los jóvenes deportistas. 

En el Plazas Alcid, se congregan de manera cotidiana más de 20 clubes deportivos de Neiva y el Huila en torneos zonales, departamentales y nacionales.

Los clubes no cuentan en Neiva con otra cancha que cumpla los reglamentos y las normas deportivas para entrenar y la competencia.

Los jugadores exponen su integridad en la deteriorada cancha de Cándido, o en las de arena de Granjas y El Jardín, en malas condiciones por inadecuado mantenimiento para el fútbol aficionado.

La liga de fútbol del Huila requiere de escenarios decentes para sus categorías sub 13, sub 15, sub 17, sub 19, y sub 21, y los deportistas deambulan como parias buscando las canchas menos estropeadas de la ciudad, preparándose para representar al Huila con decoro.

Por lo menos 5.000 niños, jóvenes y adultos practican el fútbol de competitivo en clubes y en la selección Huila, que carece de escenarios aptos para la alta competencia.

El estadio facilita realizar torneos intermunicipales y departamentales, certámenes que dinamizan la economía local a través del turismo deportivo

Estas y otras razones deben llevarnos a apoyar la remodelación que se propone el alcalde de Neiva Casagua Bonilla, con el aporte decidido del gobernador Villalba Mosquera.

Solidaricémonos como huilenses con la obra del estadio.

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