El exvicepresidente Germán Vargas Lleras hizo un llamado urgente a los sectores de oposición al gobierno Petro para definir cuanto antes una hoja de ruta común hacia las elecciones presidenciales de 2026. En su columna dominical, advirtió que el tiempo se agota y que la dispersión de candidaturas puede dejar el camino libre al Pacto Histórico y a su aspirante, Iván Cepeda.
DIARIO DEL HUILA, POLITICA
En una de sus columnas más directas en los últimos meses, el líder de Cambio Radical, Germán Vargas Lleras, lanzó un diagnóstico político sobre el panorama electoral del país. Según el exvicepresidente, mientras la izquierda ya cuenta con una candidatura definida, la oposición permanece enredada en cálculos, divisiones y personalismos.
“Se está acabando el tiempo”, advirtió Vargas Lleras, insistiendo en que el país ya entró en un momento decisivo. El dirigente aseguró que el Pacto Histórico se movió con agilidad al definir como su abanderado a Iván Cepeda, a quien describió como “el más connotado representante de la izquierda radical”.
El político agregó que Cepeda representa la continuidad del proyecto de Gustavo Petro y que su victoria en la consulta de ese sector significa “que el comunismo llega para no irse jamás”. Para Vargas Lleras, esa definición anticipada otorga al oficialismo una ventaja estratégica, pues contará con varios meses de exposición y campaña unificada antes de que la oposición tenga siquiera un nombre claro.
Una derecha dividida y sin norte
El exvicepresidente contrastó esa situación con la del bloque contrario al gobierno, donde —según él— hay más de 70 aspirantes que buscan posicionarse en el espectro de centroderecha. Esa proliferación de nombres, advirtió, genera confusión en el electorado y amenaza con diluir cualquier posibilidad real de competir en las urnas.
Aun así, destacó el método que está utilizando el Centro Democrático, el partido fundado por Álvaro Uribe Vélez, que decidió definir su precandidato a través de una encuesta interna, evitando así los costos de una consulta popular abierta.
“A diferencia de lo que hizo el Pacto Histórico, llevando al Estado a gastar más de 200.000 millones de pesos en su consulta, bien hace el Centro Democrático en anticipar, por medio de una encuesta, su proceso interno de selección”, puntualizó.
Vargas Lleras resaltó también que esta fórmula le permitirá a los precandidatos que no resulten elegidos participar luego en las listas al Congreso, fortaleciendo las bancadas de oposición y evitando la fuga de figuras valiosas hacia la abstención o el retiro político.
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El reloj electoral corre
Según el exvicepresidente, el calendario político no da margen para postergar decisiones. La propuesta de una gran consulta en marzo de 2026, impulsada por sectores de la derecha, no le convence.
“De esperar a una gran consulta el 8 de marzo, el Congreso habrá perdido personas valiosísimas que no solo podrían aportar mucho en el Legislativo, sino arrastrar un caudal de votos significativo”, argumentó.
Para Vargas Lleras, esa demora afectaría la consolidación de un bloque sólido capaz de enfrentar la candidatura de Cepeda. Por eso propone que los partidos adelanten sus procesos internos y logren reducir el número de aspirantes antes de finalizar el año. Su idea es llegar a marzo con una o dos figuras fuertes, con mayor capacidad de unir a la oposición en torno a una sola candidatura.
Hacia una candidatura unificada
El mensaje de Vargas Lleras no solo va dirigido a su propio partido, Cambio Radical, sino también a otros movimientos del centro y la derecha. Según reconoció, ya ha sostenido conversaciones con varios líderes políticos para explorar mecanismos de coordinación y evitar que se repita el escenario de dispersión que favoreció al Pacto Histórico en 2022.
La estrategia que plantea busca una depuración temprana de nombres y una metodología compartida entre los partidos que se oponen al actual gobierno, de manera que la definición de un solo candidato no se dé por exclusión o imposición, sino mediante consenso o encuestas coordinadas.
“Se trata de evitar la dispersión y llegar en una posición más sólida a una eventual consulta en marzo para unificarnos en una sola candidatura”, explicó.
El mensaje final: unidad o derrota
El cierre de su columna fue un llamado a la unidad sin dilaciones. Para Vargas Lleras, los próximos meses serán definitivos: si la oposición no actúa ahora, el 2026 podría convertirse en una elección sin competencia real.
“Es crítico perder estos cuatro meses valiosos en enfrentamientos, como ya está ocurriendo, y será cada día peor, en vez de plantar cara al verdadero contradictor”, advirtió.
El exvicepresidente, quien no confirmó si será candidato, deja entrever que busca posicionarse como articulador de una coalición amplia que supere la fragmentación actual. Su intervención marca un punto de partida en la carrera electoral, donde el tiempo —como él mismo insiste— ya empezó a agotarse.
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