Tras más de dos años de demoras, controversias y revisiones técnicas, el Gobierno Departamental entregó los seis carrotanques que fortalecerán los cuerpos de bomberos en igual número de municipios del Huila.
DIARIO DEL HUILA, PANORAMA
El Huila marcó hoy el final de una tortuosa espera. En un acto lleno de esperanza y marcado por el recuerdo de un proceso contractual lleno de controversias y demoras, el Gobierno Departamental hizo la entrega formal de seis vehículos cisterna que, después de más de dos años de retrasos, modificaciones y debates de control político, están por fin listos para reforzar los Cuerpos de Bomberos Voluntarios de seis municipios: Neiva, Pitalito, Garzón, La Plata, Campoalegre y Rivera.
La jornada, que contó con la presencia de los alcaldes de los municipios beneficiarios, diputados, el alcalde de Neiva, Germán Casagua, y el gobernador del Huila, Rodrigo Villalba Mosquera, se sintió menos como una celebración y más como la superación de un largo viacrucis administrativo y técnico que puso a prueba la paciencia y la fe de los involucrados. Esta nueva infraestructura, esencial para la mitigación de riesgos y desastres, llega en un momento en que los bomberos del Huila reclaman atención e inversión para fortalecer sus operaciones cotidianas.
El contexto: una espera de dos años
El proyecto, con una inversión de $4.300 millones provenientes del presupuesto departamental y un aporte de los municipios, se gestó bajo la figura de calamidad pública. Esta modalidad permitió la adjudicación directa del contrato durante la administración de Luis Enrique Dussán, con el propósito de dotar a los organismos de socorro de equipos esenciales.
Sin embargo, el proceso se estancó rápidamente. La entrega, que debía realizarse hace dos años, se programó de manera escalonada a inicios de 2025 —entre enero, febrero y marzo—, pero se vio frustrada por múltiples inconvenientes técnicos e irregularidades en la adquisición.
El error técnico que desató la crisis
La polémica se centró en la elección de los vehículos por parte del contratista, la firma Méndez Lugo. El contrato especificaba la adquisición de vehículos tipo doble troque para soportar el montaje de un tanque de acero inoxidable de 3.300 galones. Sin embargo, el contratista adquirió tractocamiones que, según los Cuerpos de Bomberos, no cumplían con las especificaciones técnicas para ser adecuados como vehículos de emergencia.
Tras intensas discusiones y la necesidad de subsanar los errores, el contratista Farid Méndez se vio obligado a reemplazar los vehículos, cumpliendo ahora con lo que el Ministerio de Transporte avala para este tipo de unidades de emergencia.
“El contratista ahora sí compró tractocamiones, que es el vehículo compacto que el Ministerio de Transporte avala para estos vehículos de emergencia. El contratista sí los adecuó, y son vehículos 2024-2025 con bombas certificadas”, detalló Elmer Pérez, bombero de Neiva.
Los vehículos entregados hoy son el resultado de esa corrección de rumbo. Cada uno tiene un valor de $726 millones y, tras las debidas adecuaciones y documentación en regla, estarán al servicio de los seis municipios ante cualquier calamidad.
La intervención de los órganos de control
La demora en la entrega, que mantuvo inoperantes durante más de dos años estos recursos vitales, encendió las alarmas de los órganos de control.
En noviembre de 2024, la Procuraduría General de la Nación abrió una investigación formal contra el actual secretario de Gobierno, Seguridad y Asuntos Comunitarios del Huila, Juan Carlos Casallas Rivas, y sus antecesores Andrés Mauricio Muñoz Leguízamo y Edgar Martín Lara. La investigación buscaba establecer responsabilidades por presuntas irregularidades en la supervisión del contrato y en el incumplimiento de la entrega.
Paralelamente, la Contraloría del Huila mantuvo un seguimiento exhaustivo, realizando incluso una audiencia pública participativa. El contralor Andrés Felipe Vanegas explicó que, aunque la fiscalización de los recursos de regalías del petróleo es competencia de la Contraloría General de la República, el ente departamental intervino para “destrabar” el proceso y garantizar que los vehículos cumplieran con las normas técnicas.
La entrega de hoy es, en buena medida, el resultado de la presión constante de distintos actores institucionales —diputados, órganos de control y alcaldes—, así como de los mismos Cuerpos de Bomberos, que nunca perdieron la esperanza y se mantuvieron vigilantes hasta lograr que los carrotanques llegaran finalmente a sus territorios.
El trabajo para destrabar el proyecto
La clave para concretar la entrega fue el peritaje técnico contratado por el Gobierno Departamental, el cual confirmó que, tras las intervenciones y ajustes, los vehículos cumplían con todas las especificaciones requeridas para la labor bomberil.
El secretario de Gobierno, Juan Carlos Casallas Rivas, destacó el concepto favorable:
“El balance es muy positivo. Ha valido la pena el tiempo que nos hemos tomado para revisar, ajustar y calibrar estos vehículos, de tal manera que funcionen de manera adecuada”.
Los bomberos presentes en el acto de entrega manifestaron tranquilidad y confianza en el proceso, que, aunque largo, culmina con la entrega de vehículos certificados.
Datos técnicos de los carrotanques
Los datos técnicos son el mejor argumento de defensa del proyecto en su etapa final, especialmente ante los riesgos que enfrenta el Huila, tanto en temporadas secas como en épocas de lluvias.
Cada vehículo tiene una capacidad de carga de 3.300 galones de agua y puede evacuar el 80% de su capacidad —unos 2.800 galones— en tan solo 11 minutos. La instalación de la tubería y la descarga se realizan en 7 segundos, superando con creces la estimación inicial de 30 segundos.
Estas características convierten los carrotanques en herramientas fundamentales para combatir incendios forestales. El capitán Gilberto, del Cuerpo de Bomberos de Pitalito, lo resumió así:
“Recibir este vehículo hoy es un sueño cumplido. Es una herramienta fundamental, y estamos muy agradecidos”.
Gratitud y necesidad
Durante el evento, los alcaldes de los municipios beneficiarios expresaron su gratitud por la inversión y aprovecharon para exponer los desafíos institucionales que aún enfrentan como autoridades locales, haciendo un llamado a la articulación y gestión territorial.
El alcalde de Campoalegre, Víctor Ramón Vargas, calificó la gestión como un “esfuerzo titánico”, pero reconoció la precariedad del servicio: actualmente el municipio no cuenta con un comando de bomberos propio, lo que obliga a priorizar la construcción de infraestructura.
La comandante del cuerpo de bomberos de Campoalegre, Marínela Ríos, celebró que este sea el primer vehículo de este tipo para su municipio, agradeciendo al gobernador y a la exalcaldesa Elizabet Mota por su gestión.
En Rivera, el alcalde Luis Humberto Alvarado Garzón resaltó la importancia de la articulación institucional y el fortalecimiento del cuerpo de bomberos local.
Por su parte, Camilo Ospina Martínez, alcalde de La Plata, reconoció la capacidad del gobernador para resolver la compleja situación contractual y anunció que el Centro de Operaciones de Emergencia del Occidente, con sede en ese municipio, estará habilitado en una semana para atender emergencias de gran magnitud, incluso aquellas relacionadas con el Nevado del Huila.
La alcaldesa encargada de Garzón, Yineth Quintero, expresó alivio y gratitud:
“Nos sentimos muy agradecidos por haber sacado este proyecto de las cenizas. Es muy importante porque nuestras máquinas actuales están obsoletas”.
El gobernador Rodrigo Villalba Mosquera cerró el acto agradeciendo la disposición de los alcaldes y enfatizando que esta inversión es una prioridad para el departamento. Posteriormente, hizo entrega simbólica de las llaves de los carrotanques a las autoridades municipales, marcando la culminación de este proceso.

actividades.
Los bomberos del Huila claman inversión y apoyo
Más allá de la entrega de los carrotanques, el evento puso en evidencia la crítica situación del servicio bomberil en el Huila, una labor sostenida mayoritariamente por voluntarios.
Hace un mes, los Cuerpos de Bomberos del Huila se reunieron en la Gobernación para exponer sus necesidades, incluso anunciando la posibilidad de un “sirenazo y movilización departamental” como forma de protesta ante la falta de apoyo presupuestal e institucional.
El capitán Gilberto Rojas, de Pitalito, fue contundente:
“El cuerpo de bomberos en el Huila casi todos son el 98% voluntarios; se trabaja con las uñas. Muchos alcaldes aún no entienden que este servicio esencial les corresponde a ellos, no a los bomberos”.
Las cifras de la precariedad
El capitán Edison Fernández, delegado departamental de bomberos, reveló la magnitud de la crisis:
“En el Huila solo hay cuatro o cinco estaciones que cumplen los requerimientos técnicos para operar. El resto funcionan en sitios improvisados, como antiguos mataderos, galerías o inmuebles arrendados”.
Las principales necesidades siguen siendo la construcción de estaciones adecuadas, el refuerzo en equipos para incendios forestales e inundaciones, y la garantía de continuidad en la prestación del servicio.
Ante este panorama y la amenaza de movilización, el Gobierno Departamental se comprometió a duplicar el presupuesto destinado a los cuerpos de bomberos, pasando de 300 a 600 millones de pesos para la siguiente vigencia.
La entrega de los seis carrotanques cierra un capítulo de demoras y polémicas, dotando a seis municipios de una capacidad de respuesta vital. Sin embargo, el Huila sigue exigiendo garantías reales para sus cuerpos de bomberos, las cuales deben reflejarse en la mejora de su infraestructura, equipos y condiciones laborales para el cumplimiento de su misión esencial.

las condiciones y requerimiento para la actividad bomberil.









