Este viernes, los expresidentes César Gaviria Trujillo y Álvaro Uribe Vélez se reunirán en Medellín para intentar revivir la gran consulta entre los partidos tradicionales y candidatos independientes, una apuesta que podría reconfigurar el mapa político rumbo a las elecciones presidenciales de 2026.
DIARIO DEL HUILA, NACIONAL
La política colombiana podría vivir un giro decisivo con el encuentro entre los expresidentes César Gaviria Trujillo y Álvaro Uribe Vélez, líderes del Partido Liberal y el Centro Democrático, respectivamente. Ambos se reunirán este viernes en Medellín con el propósito de reactivar la llamada “megaconsulta” de los partidos tradicionales, un mecanismo que busca unificar al centro y la derecha en torno a un solo candidato presidencial.
La cita, que se venía preparando desde hace semanas, se desarrollará en un hotel de la capital antioqueña durante la visita de Gaviria, invitado por el empresariado local para recibir un homenaje. La cumbre, anticipada por este diario y confirmada por el propio expresidente liberal, podría marcar el inicio de una nueva etapa en la campaña presidencial, en la que se busca contrarrestar el avance del Pacto Histórico, fortalecido tras la consulta que dejó a Iván Cepeda como candidato con 1,5 millones de votos.
“Me voy mañana para Medellín y allá voy a ver al presidente Uribe. Vamos a hablar de la necesidad de regresar al acuerdo que teníamos ya escrito. Realmente eso tiene solo dos partidos por ahora: Liberal y Centro Democrático. Hay que meter a los demás. Tenemos que ser capaces de tener un resultado contundente”, afirmó Gaviria durante la presentación de sus memorias Entrelazados en Bogotá.
El exmandatario fue enfático en que “hay que pensar en que el presidente Petro se tiene que ir y tenemos que tener una estrategia para que se vaya. ¿Cómo es eso? Ganando las elecciones de una manera abrumadora. El que gane la consulta, votamos todos por él”.
De concretarse el acuerdo, la megaconsulta podría reunir al Partido Liberal, Centro Democrático, Cambio Radical, Partido Conservador, La U y varios candidatos por firmas, entre ellos David Luna, Marta Lucía Ramírez, Enrique Peñalosa, Héctor Olimpo Espinosa, Juan Manuel Galán, Mauricio Gómez Amín, Juan Daniel Oviedo, Felipe Córdoba y Aníbal Gaviria. También se mencionan nombres como Juan Carlos Pinzón, de Verde Oxígeno, y figuras mediáticas como Vicky Dávila y Abelardo De La Espriella, aunque su participación genera divisiones internas.
El analista político Jairo Libreros consideró que el encuentro puede ser decisivo para lo que viene. “Se podrían sentar las bases de un puente que facilite la integración electoral de dos posiciones del espectro político: de un lado, el Partido Liberal, por definición en el centro; y del otro, el uribismo, una colectividad de derecha. Este acercamiento tiene una sola finalidad: acordar un mecanismo de consulta interpartidista que garantice la votación necesaria para llegar al balotaje de junio de 2026”.
Por su parte, el experto Carlos Arias destacó que el hecho de que ambos sean expresidentes y líderes naturales de sus partidos le da un peso político innegable a la reunión. “Esta cumbre confirma que los partidos, pese a sus distancias ideológicas, buscan un bloque de unión alrededor de un candidato que pueda enfrentar al aspirante del Frente Amplio. No es una reunión menor; es significativa y envía varios mensajes al Gobierno de Gustavo Petro”, afirmó.
Uno de los puntos aún por definir es el mecanismo de selección. Mientras algunos proponen una encuesta para depurar la lista de aspirantes, otros insisten en que los partidos deben tener mayor peso frente a los candidatos por firmas. De lograrse un consenso, la megaconsulta podría ser el primer paso para perfilar a un candidato fuerte que enfrente al del Frente Amplio, que según analistas ya estaría asegurando un lugar en la segunda vuelta.
Desde el frente amplio, Roy Barreras pidió a Gaviria “reunificar los partidos de origen liberal, pero no llevarlos a la extrema derecha”. Sin embargo, el Partido Liberal ya cerró la puerta a una alianza con el petrismo, reafirmando su intención de construir una alternativa propia junto a otros sectores.
Todo apunta a que la reunión de Medellín podría convertirse en el punto de partida de una nueva coalición política, cuyo éxito dependerá de su capacidad para superar diferencias internas y presentar una propuesta convincente ante un electorado que busca equilibrio y renovación.









