El Pentágono confirmó que el Ejército de Estados Unidos ejecutó el 29 de octubre un nuevo ataque en el océano Pacífico, dirigido contra una embarcación identificada como presunto medio de transporte de drogas. Según el secretario de Defensa, Pete Hegseth, el operativo dejó cuatro personas muertas.
De acuerdo con la información oficial, el bombardeo ocurrió en aguas internacionales y se enmarca en la campaña militar antinarcóticos impulsada por el presidente Donald Trump, una estrategia que ya ha dejado al menos 62 fallecidos en lo que va del año.
En un mensaje publicado en la red social X, Hegseth compartió un video del ataque en el que se observa una lancha inmóvil antes de una explosión que generó un incendio sobre el mar. Las imágenes, sin embargo, presentan zonas difuminadas que impiden determinar cuántas personas estaban a bordo en el momento del impacto.
“El barco, como los anteriores, fue identificado por nuestra inteligencia por su participación en el contrabando ilícito de narcóticos. Transitaba por una ruta conocida del tráfico de drogas y transportaba estupefacientes”, afirmó Hegseth en su declaración pública.
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El operativo se produjo un día después de otros bombardeos en el Pacífico oriental, en los que murieron más de una docena de personas a bordo de cuatro embarcaciones. En esa ocasión, el Pentágono señaló que solo una persona sobrevivió y que solicitó apoyo a México para las labores de rescate. No obstante, la presidenta Claudia Sheinbaum informó que los esfuerzos no tuvieron éxito.
Contexto de los ataques anteriores
Desde septiembre de 2025, Estados Unidos ha realizado trece bombardeos contra lanchas rápidas en el Caribe y el Pacífico oriental, en el marco de su ofensiva marítima contra el narcotráfico.
El primer ataque de esta serie ocurrió el 2 de septiembre frente a las costas de Venezuela, cuando un video difundido por Donald Trump mostró la destrucción de una lancha en la que murieron once personas, señaladas por el mandatario como integrantes del “Tren de Aragua”, organización criminal venezolana.
Durante los meses siguientes, Washington reportó más de diez ataques adicionales en aguas cercanas a República Dominicana, Centroamérica y Venezuela, asegurando que las embarcaciones pertenecían a “organizaciones terroristas designadas”, aunque sin revelar pruebas de esos vínculos.
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