Por: Harold Salamanca
Cada era tiene un desafío que define su visión de humanidad. En la nuestra, ese desafío es claro: prevenir las enfermedades causadas por el virus del papiloma humano (VPH). Este virus, uno de los más comunes y contagiosos del planeta, afecta a hombres y mujeres por igual y está vinculado a más de 600.000 nuevos casos de cáncer cervical al añoy340.000 muertes (IARC, 2023). No se trata de eliminar el virus una meta biológicamente improbable, sino deimpedir que sus consecuencias sigan cobrando vidas que pudieron haberse salvado.
La creación de la HPV World Patient Advocacy Coalition (HPV WPAC) marca un punto de inflexión en la salud global. Esta coalición, liderada por pacientes y sobrevivientes, articula esfuerzos desde múltiples regiones del planeta para lograr un objetivo inequívoco: que ninguna persona, en ningún lugar, sufra una enfermedad prevenible por el VPH. Con voces provenientes de Israel, Kenia, Estados Unidos y América Latina, HPV WPAC promueve la vacunación neutral en cuanto al género, el acceso equitativo, la eliminación del estigma y la integración de la sociedad civil en la agenda de salud pública.
Desde la Fundación SalBo, en Colombia, nos sentimos profundamente orgullosos de formar parte del grupo de fundadores de esta coalición a través de María Margarita Salamanca Borrero, cuya labor amplifica la voz de las comunidades desatendidas y de las mujeres que habitan en zonas rurales en América Latina. Este liderazgo refleja nuestra convicción que la diplomacia sanitaria y la cooperación internacional son esenciales para lograr la equidad en prevención.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha establecido una meta ambiciosa: que el 90% de las niñas estén vacunadas antes de los 15 años para 2030. Sin embargo, la cobertura global apenas supera el 25% (OMS, 2024). Esta brecha además de técnica, es moral. La prevención del VPH debe ser reconocida como una prioridad ética, no como una opción.
El desafío del VPH nos recuerda que el liderazgo en salud más allá de controlar el virus, es proteger y salvar vidas. Las herramientas están disponibles: vacunas, concientización, detección temprana y voluntad política. Lo que falta es decisión.
Como líder global en control del cáncer y director de la Fundación SalBo, afirmo con convicción: no podremos eliminar el virus, pero sí podemos eliminar la indiferencia. Y ese es el verdadero comienzo de la prevención universal. hsalamanca@fundacionsalbo.org
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