Diario del Huila

El «Médico de los pobres»: José Gregorio Hernández el nuevo santo

Oct 20, 2025

Diario del Huila Inicio 5 Actualidad 5 El «Médico de los pobres»: José Gregorio Hernández el nuevo santo

La canonización de José Gregorio Hernández, celebrada por el papa León XIV en la plaza de San Pedro, marcó un hito para millones de devotos en Latinoamérica. Aunque nació en Venezuela, su figura ha traspasado fronteras y en Colombia se le atribuyen numerosos milagros que alimentan la fe de miles de creyentes que lo consideran un verdadero intercesor divino.

DIARIO DEL HUILA, CONTEXTO
El sol apenas despuntaba sobre la cúpula de San Pedro cuando, entre cánticos y lágrimas, el papa León XIV proclamó santo a José Gregorio Hernández, el “médico de los pobres”. Era el 19 de octubre, una fecha que quedará grabada en la memoria de millones de fieles que, desde Venezuela y Colombia, siguieron con emoción la ceremonia que elevó al humilde doctor trujillano al catálogo oficial de los santos de la Iglesia católica.

Una historia de fe de mas de siete décadas

Para la comunidad religiosa de ambos países, la canonización representó mucho más que un acto litúrgico. Fue la culminación de una historia de fe que comenzó hace más de setenta años, cuando en 1949 se abrió el proceso para reconocer las virtudes heroicas del hombre que dedicó su vida a curar cuerpos y consolar almas.

Te puede interesar: Carlo Acutis el primer santo millennial

El "Médico de los pobres": José Gregorio Hernández el nuevo santo

Hernández, nacido en Isnotú, Trujillo, en 1864, estudió Medicina en la Universidad Central de Venezuela y, tras graduarse en 1888, decidió regresar a su pueblo para ejercer como su primer médico. Recorrió caminos rurales atendiendo enfermos sin cobrarles un solo centavo, repartiendo remedios, oraciones y esperanza. Su muerte, ocurrida en 1919 tras ser atropellado mientras acudía a socorrer a una enfermera, solo avivó la devoción popular. Desde entonces, se le conoce como “el médico de los pobres”, un símbolo de humildad y servicio.

Su proceso hacia la santidad fue largo y meticuloso. En 1972, el papa Pablo VI lo declaró “Siervo de Dios”; luego, tras décadas de revisión de milagros y testimonios, el papa Francisco firmó el decreto de canonización en febrero de 2025, después de que la Santa Sede reconociera oficialmente dos milagros atribuidos a su intercesión.

El primero, la recuperación de Yaxury Solórzano, una niña venezolana que sobrevivió sin secuelas a un disparo en la cabeza, permitió su beatificación en 2021. El segundo, la recuperación inexplicable de un venezolano en Estados Unidos tras sufrir una falla multiorgánica, abrió definitivamente las puertas de su canonización.

El "Médico de los pobres": José Gregorio Hernández el nuevo santo

La fe que traspasa fronteras

Aunque José Gregorio Hernández es el primer santo venezolano, su nombre resuena con fuerza en Colombia, donde miles de devotos aseguran haber experimentado curaciones y favores gracias a su intercesión. En el país existe incluso la Congregación Mundial Gregoriana, con sedes en ciudades como Bogotá, Cali, Bucaramanga, Ibagué, Pereira y Villavicencio.

Estos espacios no son templos tradicionales: funcionan como centros de oración, sanación espiritual y encuentro comunitario. En ellos, los llamados “servidores” o médiums conducen ritos de curación que mezclan plegarias católicas con elementos simbólicos —sábanas blancas, rosas rojas e imágenes del santo—.

Las historias que circulan entre los fieles son impactantes. Astrid López Tirado, una mujer de Cali diagnosticada con un nódulo pulmonar, relató que tras pedir la ayuda del santo y seguir las recomendaciones de un médium, su salud mejoró notablemente. “Después de dos meses mi peso se estabilizó y mis exámenes no mostraron cambios preocupantes. No necesité cirugía”, contó con gratitud.

Otro caso es el de Mauricio Santiago Jiménez, quien en 1982, con apenas 14 años, sufrió una fractura craneal múltiple. Los médicos no le daban esperanzas, pero seis meses después, los exámenes revelaron una recuperación inexplicable. “El neurólogo me preguntó: ‘¿cómo le soldaron la cabeza? No existe ninguna máquina que haga eso’”, recuerda.

En la página oficial josegregorio.org, se registran cuatro testimonios colombianos de sanaciones acreditadas, aunque en los barrios populares y comunidades rurales se cuentan por decenas los relatos de “milagros cotidianos”: una enfermedad que desaparece, una operación que sale bien, un hijo que vuelve a casa sano.

El "Médico de los pobres": José Gregorio Hernández el nuevo santo

Un legado de fe y ciencia

Más de un siglo después de su muerte, la imagen del doctor Hernández sigue ocupando altares, consultorios, hospitales y hogares. En Isnotú, su santuario —erigido en 1966 sobre los terrenos de su familia— se ha convertido en un centro de peregrinación donde miles de personas dejan cartas, fotografías y ofrendas. Se estima que hay más de 10.000 mensajes de agradecimiento por “favores concedidos”.

La devoción a José Gregorio Hernández tiene un componente profundamente humano: representa la fe sencilla, la confianza en la bondad y la esperanza en los milagros que nacen del amor. En Colombia, su culto se ha adaptado a las tradiciones locales, combinando rezos católicos con prácticas de medicina natural y espiritual.

Durante la ceremonia de canonización, el papa León XIV destacó precisamente ese espíritu de servicio que trascendió fronteras: “José Gregorio no solo curaba cuerpos, sino que sanaba corazones. Su ciencia fue instrumento de la misericordia de Dios”.

Hoy, el nuevo santo latinoamericano se alza como símbolo de unión entre dos pueblos hermanos que comparten su fe y su devoción. Desde las iglesias de Caracas hasta las calles de Bogotá, su nombre se pronuncia con gratitud y esperanza.

Tal vez te gustaría leer esto