El debate en la Comisión Séptima del Senado volvió a naufragar tras cuatro horas de discusión. Sin consensos ni votos suficientes, el proyecto bandera del presidente Gustavo Petro enfrenta un nuevo bloqueo político y la amenaza de un aplazamiento que podría sepultarlo en esta legislatura.
DIARIO DEL HUILA, NACIONAL
El intento del Gobierno por revivir la reforma a la salud volvió a quedar en un callejón sin salida. Tras dos semanas de suspensión, la Comisión Séptima del Senado reanudó este martes el debate del polémico proyecto, pero la sesión terminó sin votaciones y con una nueva proposición que podría postergar la discusión indefinidamente.
Después de más de cuatro horas de deliberaciones, el panorama sigue igual: las tres ponencias —la del Gobierno, la alternativa y la de archivo— no alcanzan los votos necesarios para avanzar. En medio de la incertidumbre, la división entre los sectores políticos y las pugnas dentro del propio Ejecutivo mantienen la iniciativa al borde del fracaso.
Una proposición que puede congelar el debate
La sesión, que inició con la expectativa de votar las ponencias, terminó abruptamente cuando se radicó una proposición para aplazar cualquier decisión sobre el proyecto hasta después de la discusión del presupuesto general de la Nación y la nueva ley de financiamiento.
El argumento: que no se puede avanzar en una reforma estructural del sistema de salud sin saber los recursos disponibles para su implementación en 2026.
La iniciativa, impulsada por sectores de oposición y algunos congresistas independientes, podría unir temporalmente a quienes buscan archivar el proyecto con los que apoyan la ponencia alternativa, alcanzando los ocho votos necesarios para aprobar el aplazamiento.
Sin embargo, los senadores afines al Gobierno, encabezados por Fabián Díaz, decidieron romper el quórum antes de que la proposición se sometiera a votación, lo que aplazó nuevamente el debate. Esta maniobra evitó un revés inmediato, pero también prolongó la parálisis legislativa del proyecto más ambicioso del presidente Gustavo Petro.
La polémica reunión en Casa de Nariño
El ambiente político llegó enrarecido a la sesión. Horas antes, circuló una invitación oficial de la Casa de Nariño dirigida a los senadores de la Comisión Séptima para un encuentro con el presidente Gustavo Petro, con el fin de discutir el rumbo de la reforma.
“En nombre de la Directora del Dapre y Secretaria General, Angie Rodríguez Fajardo, los invitamos cordialmente a un espacio de diálogo con el Presidente de la República sobre el trámite del proyecto de ley de Reforma a la Salud”, decía el mensaje.
La convocatoria fue interpretada por la oposición como un intento de presión política. El Partido Conservador, que cuenta con dos senadoras clave en la comisión —Nadia Blel y Esperanza Andrade—, rechazó la invitación públicamente:
“Seguiremos en el seno de la Comisión dando el debate con argumentos sobre la inconveniencia del proyecto”, señaló la colectividad.
Minutos después, el propio presidente Petro desautorizó la reunión y responsabilizó a la oposición de “hundir la reforma pensional” y querer “mantener el robo del dinero público por parte de las EPS”.
Fuentes del Gobierno reconocen que la cita fue promovida inicialmente por el propio mandatario, pero que decidió cancelarla al no contar con el quórum político suficiente, lo que aumentó la tensión entre el Ejecutivo y los partidos independientes.
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Bloqueos y divisiones dentro del oficialismo
Ni siquiera el bloque de gobierno tiene una posición unificada. Dentro del Pacto Histórico hay voces que proponen apostarle a la ponencia alternativa —más moderada y con ajustes técnicos—, mientras que el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, insiste en mantener el texto original del Ejecutivo.
Fuentes legislativas señalan que la postura de Jaramillo, respaldada directamente por el presidente Petro, ha frenado posibles acuerdos con los sectores que estarían dispuestos a salvar parte de la reforma a través de proposiciones.
Los números lo reflejan: la ponencia de archivo mantiene cinco votos, los mismos que respaldan el texto del Gobierno, mientras que la alternativa solo suma tres apoyos. En ese equilibrio, ninguna logra la mayoría necesaria para avanzar, y la posibilidad de un consenso parece lejana.
La sombra del archivo y las opciones del Gobierno
Ante este panorama, el Gobierno evalúa escenarios de salida. Algunos sectores del petrismo consideran que, de fracasar la reforma, se podría acudir a una consulta popular o incluso a una asamblea constituyente para insistir en los cambios estructurales del sistema de salud.
Sin embargo, analistas advierten que esa opción sería más política que viable, y que el costo institucional de desconocer los canales legislativos podría ser alto.
Por ahora, el futuro del proyecto queda en suspenso. Si prospera la proposición de aplazamiento, el debate se movería hasta después de la discusión fiscal y presupuestal, lo que prácticamente congelaría la reforma hasta 2026.
Una reforma sin aliados
La reforma a la salud, que prometía transformar el sistema y reemplazar el modelo de intermediación de las EPS, enfrenta su peor momento político. Sin mayorías, sin unidad dentro del oficialismo y con una oposición férrea, el proyecto sigue atrapado en un laberinto legislativo del que difícilmente saldrá en esta legislatura.
La jornada de este martes lo dejó claro: el Gobierno no solo pelea con sus adversarios, sino también con el reloj. Y mientras tanto, el sistema de salud colombiano sigue esperando las reformas que la política no logra acordar.

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