La muerte de un perro tras una cirugía en Neiva, generó indignación y una denuncia pública por presunta negligencia médica veterinaria.
El propietario del animal, identificado como Jhon Juan Cedeño, asegura que su mascota, llamada “Taco”, falleció después de haber sido sometida a un procedimiento de castración en una clínica veterinaria del oriente de la ciudad.
Según el relato del denunciante, la intervención fue recomendada como un procedimiento habitual para el control de natalidad y prevención de enfermedades. Sin embargo, tras la cirugía, el perro presentó un cambio drástico en su comportamiento. “Desde que lo recogí, Taco cambió completamente: se la pasaba durmiendo, no quería comer”, afirmó Cedeño, quien agregó que al consultar nuevamente con la clínica, le indicaron que era un efecto normal de la sedación.
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El propietario sostiene que el veterinario a cargo del procedimiento le habría manifestado que el animal recibió “una sedación como para dormir seis perros”, lo que generó sospechas sobre una posible sobredosis. Días después, Taco presentó signos de debilidad y un cuadro de bradicardia antes de fallecer.
El denunciante también señaló que, al intentar realizar una necropsia para esclarecer las causas de la muerte, no logró encontrar una clínica que ofreciera el servicio. “Desde que me entregaron al perro, Neiva se quedó sin veterinarias para hacer necropsia”, dijo.
El propietario afirmó que ya se encuentra adelantando los trámites correspondientes para que el caso sea investigado y se determine si hubo o no una mala práctica profesional.
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