MARIO SOLANO
El problema de la reforma a la salud se centra exclusivamente en el aspecto financiero. La cobertura, que alcanza el 97%, y los costos para los usuarios no están en discusión, pues incluso pacientes de alto costo son atendidos por sumas mínimas. El punto crucial es quién administra los recursos del sistema y qué controles se aplican, un asunto que ha puesto en juego la vida de los colombianos. Por lo anterior, propongo esta base para la reforma a la salud: Se debe implementar un sistema mixto, público-privado, donde las Entidades Promotoras de Salud (EPS) no manejen los recursos económicos. Las EPS continuarían con sus funciones, pero la administración financiera sería asumida por la ADRES como pagador único. Para dar flujo al sistema, es fundamental actualizar la Unidad de Pago por Capitación (UPC), lo que solucionaría el déficit actual y permitiría la discusión de otros temas.
Las EPS deben realizar auditorias médicas y administrativas. La ADRES se encargaría de la auditoria financiera, verificando que los procedimientos correspondan a las tarifas establecidas en los contratos. De esta forma, la entidad que contrata no es la misma que paga, garantizando un control efectivo sobre el dinero. Esto permite que las EPS conserven sus redes de prestadores, fomentando una sana competencia y la libre elección del usuario. La remuneración a las EPS se basaría en porcentajes definidos por la calidad en la salud y atención de sus usuarios que debe realizar la Super intendencia de salud con la administración de su red. Las Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud (IPS) facturarían directamente a la ADRES, la cual pagaría el 70% de la factura a los 30 días y el 30% restante, una vez se completen las auditorias establecidas. Se eliminaría por completo la integración vertical y horizontal, evitando el favorecimiento que se observa en algunas EPS. Finalmente, las deudas antiguas del sistema deben ser auditadas y saldadas conforme a la ley. Esto debe ser la base de la reforma a la salud, aun quedan varios puntos por tratar, como con que se va a pagar, pero este es el florero de llorente, si lo aceptan las partes, lo demás fluiría, difícil en época electoral una reforma de estas magnitudes logre un consenso, pero no danen algo que funciona, mejoremoslo.








