La junta directiva del Emisor decidió por mayoría mantener estables las tasas de intervención por quinto mes consecutivo. Además, confirmó la cancelación de la línea flexible de crédito con el Fondo Monetario Internacional, al considerar que su vigencia ya no representaba beneficios para el país.
DIARIO DEL HUILA, ECONOMÍA
La junta directiva del Banco de la República completó su novena reunión de 2025 con dos anuncios clave para la economía colombiana: mantener la tasa de interés en 9,25 % y cancelar la línea flexible de crédito con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Estas decisiones reflejan la prudencia de la política monetaria y la confianza en las reservas internacionales como respaldo frente a eventuales choques externos.
Una votación dividida
El gerente del Emisor, Leonardo Villar Gómez, explicó que la decisión de tasas se tomó por mayoría. Cuatro de los siete integrantes de la junta votaron por mantenerlas, dos por reducirlas en 50 puntos básicos y uno por bajarlas en 25 puntos básicos. Con ello, el banco central mantiene estable la tasa de intervención por quinto mes consecutivo, luego de que en abril se redujera de 9,5 % a 9,25 %.
La decisión estuvo en línea con lo esperado por los analistas. La persistencia de una inflación más alta de lo previsto y las expectativas del mercado, que rondan el 5 %, pesaron en el debate. Según Villar, la convergencia hacia la meta del 3 % sigue siendo lenta, lo que obliga a la autoridad monetaria a actuar con cautela.
Inflación y salario mínimo, factores de presión
La junta del Banco de la República también tuvo en cuenta el contexto fiscal y la discusión sobre el salario mínimo de 2026. El presidente Gustavo Petro ha planteado un incremento cercano al 11 %, lo que podría alimentar las presiones inflacionarias en el mediano plazo.
En este escenario, el Emisor considera que apresurar recortes adicionales en la tasa de intervención podría ser riesgoso para la estabilidad de precios. “El tiempo va a funcionar, depende de cuánto lo cuiden y de que sean conscientes de las complejidades”, subrayó Villar, destacando que el control de la inflación sigue siendo la prioridad.
Adiós a la línea con el FMI
El segundo anuncio estuvo relacionado con la línea flexible de crédito con el FMI. Villar confirmó su cancelación, una decisión que ya había sido anticipada por el propio organismo internacional.
El acceso a estos recursos estaba suspendido desde abril de 2025, por lo que mantener el cupo resultaba oneroso, según explicó el ministro de Hacienda, Germán Ávila. “No se justificaba seguir pagando comisiones elevadas por una línea que no podía ser utilizada”, afirmó.
Ávila recordó que esta herramienta fue contratada en 2020 para enfrentar los efectos de la pandemia. Colombia dispuso de cerca de 5.800 millones de dólares, con un esquema de pago a cinco años y tres de gracia. En los últimos dos años, el Gobierno destinó más de 20 billones de pesos a amortizar esa deuda, un esfuerzo fiscal que llevó a replantear la conveniencia de continuar con el acuerdo.
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Reservas internacionales, el nuevo respaldo
Villar Gómez recalcó que la cancelación de la línea no representa ningún riesgo para la estabilidad financiera del país. Con reservas internacionales por más de 65.000 millones de dólares, Colombia cuenta con un colchón suficiente para responder ante cualquier eventualidad.
“El no contar con este cupo no afecta la perspectiva de financiamiento del país ni del Gobierno. Esta línea estaba diseñada para usarse en circunstancias excepcionales, como lo fue la pandemia”, señaló.
El Banco de la República aclaró que la cancelación no altera el cronograma de pagos del desembolso realizado en diciembre de 2020. La única cuota pendiente se cumplirá en diciembre de 2025, según lo previsto.
Continuidad en el diálogo internacional
El Emisor también aseguró que Colombia mantiene un diálogo constructivo con el FMI para asuntos futuros. La decisión de cancelar la línea flexible no implica un distanciamiento con el organismo, sino un ajuste acorde con las condiciones actuales de la economía.
De esta manera, el país opta por respaldarse en sus propias reservas y en la confianza del mercado, evitando costos adicionales por un mecanismo que había perdido funcionalidad.
Prudencia como mensaje al mercado
Las decisiones de la junta directiva envían un mensaje de estabilidad a los inversionistas y al sector financiero. Mantener las tasas sin cambios refleja el compromiso del Banco de la República con el control de la inflación, mientras que la cancelación de la línea con el FMI muestra confianza en la solidez de las reservas internacionales.
En adelante, el reto será mantener el equilibrio entre la política monetaria, la disciplina fiscal y las presiones sociales, especialmente en torno al salario mínimo y al gasto público.
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