Los recientes reportes de usuarios sobre rayones y manchas en los nuevos iPhone 17 Pro y Pro Max, lanzados hace menos de un mes, desataron una ola de críticas que ha obligado a Apple a pronunciarse.
La compañía ha calificado los daños como parte del desgaste natural por el uso cotidiano, descartando cualquier defecto de diseño o fabricación en los dispositivos.
Apple se defiende ante el “scratchgate”
El debate, bautizado en redes como “scratchgate”, se centra en dos aspectos: la aparición de rayones en los biseles del módulo de cámara y las manchas en el cristal trasero asociadas al uso de accesorios MagSafe.
De acuerdo con información publicada por el portal especializado 9to5mac, Apple explicó que los biseles están fabricados con aluminio anodizado, un material que puede mostrar marcas con el tiempo sin que esto implique una falla estructural.
“No se trata de un defecto de fabricación, sino de un desgaste normal por el uso”, señaló la compañía a través de dicho medio, aclarando además que estos daños no están cubiertos por la garantía del producto.
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En cuanto a las manchas detectadas en el cristal trasero, la empresa atribuyó el problema a residuos transferidos desde soportes MagSafe desgastados, utilizados en tiendas de exposición. Apple aseguró que no se trata de rayones permanentes, sino de material superficial que puede eliminarse fácilmente con una limpieza.
“Estas manchas no son rayones, sino residuos de los soportes MagSafe, y desaparecen al limpiar el dispositivo”, puntualizó la compañía, que también anunció la reposición de los accesorios MagSafe en sus tiendas para evitar nuevos casos.
Usuarios cuestionan la durabilidad real
Pese a la explicación, las críticas continúan. En redes sociales, varios usuarios sostienen que los biseles del módulo de cámara muestran un desgaste prematuro, incluso en equipos que han recibido un trato cuidadoso o que cuentan con fundas protectoras.
Expertos consultados por medios tecnológicos señalan que el problema podría deberse a la forma y curvatura del bisel, que lo hace más susceptible al roce y al desprendimiento del recubrimiento anodizado.
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