El presidente Gustavo Petro, cuestionó este martes en Nueva York la estrategia de Estados Unidos contra el narcotráfico y aseguró que algunas acciones de la administración de Donald Trump no solo no reducen el tráfico de drogas sino que lo estarían “impulsando”.
Minutos antes de su intervención en la 80.ª Asamblea General de las Naciones Unidas, Petro criticó los recientes bombardeos en alta mar contra embarcaciones sospechosas de transportar estupefacientes. “La droga va en contenedores y en flota mercante, y el crucero y los aviones no sirven para detectar la cocaína en esos contenedores. La droga sale de los puertos y llega a los puertos de Europa y de Estados Unidos”, afirmó el mandatario.
Petro señaló además que el uso de “ataques cinéticos” contra lanchas rápidas no ataca a los verdaderos eslabones del negocio: “la cocaína y el fentanilo no van en realidad en lancha rápida… Los narcotraficantes viven en Miami, Nueva York, París, Madrid, Dubái”, dijo, y añadió que muchos de los presuntos responsables “tienen ojos azules y pelo rubio” y residen en zonas urbanas ricas, no en las embarcaciones que son blanco de las acciones militares.
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El presidente colombiano también vinculó la actual política de Estados Unidos con daños colaterales sobre población vulnerable: “solo matan pobres, y solo matan migrantes latinoamericanos”, señaló, en referencia a las consecuencias humanitarias de los ataques en el mar.
Sobre el discurso pronunciado por Trump ante la Asamblea General, Petro lo calificó de “contrario a la humanidad y a sus intereses” y sostuvo que la retórica y las políticas que respaldan “van a agudizar” problemas como la crisis climática y los flujos migratorios. En un pasaje de fuerte carga retórica, el presidente afirmó que lo mostrado hoy en la ONU representa “una fuerza negativa, profundamente ignorante, oscurantista” y comparó esa dinámica con episodios históricos que, dijo, deben ser derrotados.
Las declaraciones de Petro se suman a la creciente tensión diplomática y militar en el Caribe por la intensificación de operaciones navales y aéreas en la región, lío que ha provocado reacciones contrapuestas entre Washington y gobiernos latinoamericanos. La Administración de Trump, por su parte, ha defendido la intensificación de sus despliegues con el argumento de combatir el tráfico de drogas y la violencia asociada.
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