Aunque la descertificación de Estados Unidos a Colombia en la lucha contra el narcotráfico no vino acompañada de sanciones económicas, empresarios y analistas advierten sobre los riesgos que la decisión puede traer en inversión extranjera, comercio exterior, acceso al crédito y confianza inversionista.
DIARIO DEL HUILA, ACTUALIDAD
La decisión de Estados Unidos de descertificar a Colombia en su lucha contra el narcotráfico generó un fuerte debate en el país. Aunque algunos analistas consideran que la medida tuvo un efecto limitado por no estar acompañada de sanciones, otros aseguran que marca un punto de inflexión en la relación bilateral y en la estabilidad económica de la Nación.
Para varios expertos, “Colombia la sacó barata”. La descertificación es un llamado de atención al Gobierno y una advertencia para que en el plazo de un año redireccione sus estrategias de combate al narcoterrorismo. El mensaje es claro: si no hay resultados contundentes, en 2026 podrían llegar sanciones con efectos más severos en la economía.
El dólar y los mercados financieros
Uno de los primeros escenarios en los que se esperaba un impacto inmediato era el mercado cambiario. Sin embargo, el dólar no mostró variaciones significativas tras la decisión. La divisa cerró en promedio en $3.882, con una caída adicional de 15 pesos y una pérdida acumulada en lo corrido del año superior a los $526.
De igual manera, el riesgo país tampoco se disparó. El Embi para Colombia, índice de J.P. Morgan que mide la confianza de los inversionistas, ronda los 255 puntos, uno de los niveles más bajos de los últimos cuatro años. Aun así, las tasas de interés internacionales para la deuda colombiana siguen siendo altas, lo que encarece el acceso al financiamiento externo.
Para Daniel Velandia, economista jefe de Credicorp Capital, el efecto inmediato es mínimo: “Dentro de todos los escenarios posibles, el que se dio es el menos adverso. El temor era que se impusieran sanciones económicas o restricciones de financiamiento, pero eso no ocurrió”, señaló.
Perspectiva empresarial
El empresariado colombiano observa con mayor cautela la medida. Representantes de diversos sectores consideran que la descertificación podría afectar la confianza de inversionistas extranjeros, frenar operaciones de empresas estadounidenses en el país y generar inestabilidad macroeconómica.
El turismo también se perfila como uno de los sectores más vulnerables. Voceros gremiales advierten que la reputación del país en materia de seguridad es clave para atraer visitantes, y una medida de este tipo podría traducirse en advertencias de viaje más estrictas desde el gobierno estadounidense, afectando la llegada de turistas y la competitividad de la industria.
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Efecto político más que económico
Otros analistas creen que, por ahora, la decisión tiene un mayor componente político que económico, especialmente porque llega en vísperas de elecciones presidenciales. Felipe Campos, director de investigación de Grupo Alianza, sostiene que el verdadero riesgo sería mantener la descertificación en el tiempo o enfrentar sanciones en 2026. “Ese sí sería un escenario de interés para los mercados”, advirtió.
Camilo Pérez, del Banco de Bogotá, coincide en que no habrá un impacto fuerte porque Estados Unidos fue claro en que la cooperación continúa. “El mensaje responsabiliza a la dirigencia política nacional, pero respalda el trabajo de las instituciones colombianas y los gobiernos regionales”, explicó.
Riesgos latentes
No obstante, hay voces que llaman la atención sobre posibles consecuencias de mediano y largo plazo. Víctor Ramírez, socio de BDO Colombia, considera que la descertificación podría abrir la puerta a restricciones comerciales en sectores sensibles como café, flores, banano y confecciones. Además, el 25 % de la inversión extranjera directa en Colombia proviene de Estados Unidos, lo que aumenta la vulnerabilidad frente a decisiones futuras.
“La coyuntura exige reforzar la diplomacia económica, diversificar los mercados de exportación y blindar al sector financiero frente a escenarios de volatilidad. La resiliencia del país dependerá de mostrar resultados en la lucha contra las drogas y, al mismo tiempo, sostener la estabilidad macroeconómica”, apuntó Ramírez.
Entre advertencia y oportunidad
La descertificación llega en un momento complejo para la economía colombiana, marcada por un déficit fiscal y mayores costos de endeudamiento. Aunque el golpe inmediato parece ser más político que financiero, la advertencia no puede ser ignorada.
De la capacidad del Gobierno para ajustar su estrategia antidrogas, recuperar la confianza inversionista y mantener abiertas las puertas de cooperación internacional dependerá que esta medida quede como un episodio pasajero o se convierta en un obstáculo estructural para el crecimiento económico y la estabilidad del país.
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