El Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) encendió las alarmas al advertir que algunos esmaltes semipermanentes que se comercializan en Colombia contienen ingredientes recientemente prohibidos en Europa por sus posibles riesgos para la salud.
Se trata del Trimethylbenzoyl Diphenylphosphine Oxide (TPO) y de la N,N-dimetil-p-toluidine (DMPT), compuestos químicos empleados para garantizar la fijación y durabilidad de los esmaltes, pero que desde el 1 de septiembre fueron vetados en la Unión Europea tras ser reclasificados como sustancias de mayor peligro.
Aunque en Colombia no se han recibido reportes de efectos adversos asociados a estos productos, la autoridad sanitaria pidió a los consumidores estar atentos y suspender de inmediato su uso si aparecen irritaciones, lesiones en las uñas o molestias en la piel. Además, recordó la importancia de reportar los casos tanto a los fabricantes como al propio Invima.
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El anuncio llega en un contexto de armonización internacional de normas. Colombia, como miembro de la Comunidad Andina (CAN), comparte lineamientos con Ecuador, Perú y Bolivia, generalmente en sintonía con estándares europeos y estadounidenses. Sin embargo, ni la CAN ni la FDA en Estados Unidos han actualizado todavía sus listas oficiales para reflejar la reciente decisión europea. Por ello, el Gobierno colombiano solicitó una revisión prioritaria a la Secretaría General de la CAN para evaluar la medida en toda la región.
La entidad reguladora también hizo un llamado a los fabricantes nacionales e importadores para que revisen sus fórmulas y consideren alternativas más seguras. A los profesionales de la manicura les recomendó trabajar en espacios ventilados, usar tapabocas y seguir al pie de la letra las advertencias de cada producto. Para los usuarios finales, la orientación fue clara: evitar el uso de esmaltes en caso de lesiones previas y suspender el producto ante cualquier señal de reacción.
Expertos en salud pública advierten que la decisión europea marca una tendencia regulatoria que probablemente se extenderá a otros países. Algunos colectivos dermatológicos, de hecho, han insistido en que los riesgos de la exposición prolongada a ciertos químicos presentes en cosméticos podrían estar subestimados y requieren una vigilancia más estricta.
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