El presidente Gustavo Petro salió a defender la reforma tributaria presentada por su gobierno, la cual busca recaudar 26 billones de pesos para financiar el Presupuesto General de la Nación de 2026.
La iniciativa, que apenas fue radicada en el Congreso, ya ha despertado fuertes críticas desde distintos sectores políticos.
Según el mandatario, el proyecto “va dirigido hacia los más ricos del país”, con impuestos a dividendos, herencias, fusiones empresariales, hidrocarburos, vehículos de energías fósiles y productos considerados dañinos para la salud, al tiempo que contempla una reducción de impuestos para las energías limpias.
La defensa de Petro se produjo tras la publicación de un comunicado del Ministerio de Hacienda, en el que se desmintieron versiones sobre supuestos nuevos impuestos que afectarían a la clase baja.
Por su parte, el ministro del Interior, Armando Benedetti, arremetió contra los críticos de la iniciativa: “Cínicos. La reforma tributaria es para los dividendos, herencias, fusiones empresariales, hidrocarburos y vehículos contaminantes, no contra los pobres”.
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Lo que propone la reforma
El proyecto de ley plantea modificaciones en renta, patrimonio, IVA y el impuesto al carbono. Entre las medidas se incluyen:
- Aumento de la tarifa a bebidas alcohólicas.
- Gravamen a los juegos de azar en línea.
- Reducción del umbral del impuesto al patrimonio de 3.600 millones a 2.000 millones de pesos.
- Eliminación de beneficios tributarios para actividades no religiosas de las iglesias.
Debate en el Congreso
La iniciativa no cuenta aún con un respaldo mayoritario en el legislativo. Voces de la oposición y algunos congresistas independientes advierten que, pese a lo señalado por el presidente, la reforma podría impactar a la clase trabajadora.
La senadora Angélica Lozano, de la Alianza Verde, sostuvo que el proyecto “golpea directamente a la clase baja”, al encarecer el acceso a ciertos productos de consumo.
El debate legislativo comenzará en los próximos días, en medio de un ambiente político marcado por la polarización y la incertidumbre sobre la viabilidad de la reforma.
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