Tras un mes de haber salido la Resolución de precios, los arroceros y la industria continúan en reuniones para definir la propuesta que han hecho frente al tema del precio del arroz paddy verde, teniendo en cuenta que los molineros no se acogerán a esta Resolución de regulación de precios expedida por el gobierno nacional.
DIARIO DEL HUILA, HUILA
Por: Leidy Catalina Durán Vásquez
Reunidos virtualmente los representantes de las diferentes zonas arroceras que participaron en la organización del Paro Arrocero Nacional y escuchados los informes de los delegados de Dignidad Arrocera Nacional al Consejo Nacional Extraordinario del Arroz, concluyeron que sigue sin conocerse el texto del acuerdo entre Fedearroz y la industria Molinera; de este acuerdo tan solo se pudo conocer un resumen presentado en dicho consejo por Rafael Hernández, gerente de Fedearroz, en el que los precios acordados por los firmantes de dicho acuerdo se ofrecieron sin que los costos de producción de los agricultores cubran el 70% de los mismos.
El panorama para este gremio sigue siendo desalentador, por eso los arroceros exigen el cumplimiento de la Resolución 0241, precios justos para poder continuar con su labor de producción de este importante cereal.
Todos los que apoyaron el acuerdo de la molinería y Fedearroz, en el Consejo Nacional Extraordinario del Arroz, afirmaron que el precio ofrecido por la industria no es satisfactorio, pero, como es el único al que la industria ofreció pagar el arroz paddy verde y ante la negativa de comprar el grano, no quedaba alternativa distinta a ceder.
“Hay una incertidumbre del sector arrocero en los cuales la resolución 0241 de que hablan de un precio de 198.600 y un precio vigilado que es donde la industria y la Superintendencia de Industria y Comercio ‘SIC’ que es la que vigila este precio regulado porque una distorsión del mercado paddy verde y es donde pues la industria no ha querido aceptar desde el primero de agosto que salió la resolución, no la ha querido aceptar ni está pagando a precios de resolución, es donde crea un pánico ante los agricultores que están recibiendo a consignación que cambia la modalidad de compra que es paddy seco, ya no es paddy verde y que paga a 60 días”, sostuvo Martín Vargas Chacón, presidente de Dignidad Arrocera por el departamento del Huila.
Los arroceros han dado a conocer que escuchado el informe y el concepto del abogado que los asesora en este caso, ante la SIC, se concluyó que la resolución 0241 de agosto 1 de 2025 está vigente y la condición de mercado con libertad regulada, lo que constituye una condición especial y nueva en el devenir arrocero en Colombia.
“Es una reacción tan injusta que toma la industria hacia nosotros, a los agricultores que somos los eslabones más débil de la cadena y hay una incertidumbre, una situación económica muy tensa porque los arroces que han entrado desde el primero de agosto a hoy no han recibido precio no han recibido 1 peso para pagar recolección, para pagar los diferentes compromisos bancarios que hay y se están pagando unos intereses muy altos en los cuales nosotros los agricultores cogemos plata y nuestra rentabilidad y nuestro negocio es coger plata dos veces al año cada 6 meses y todavía nos ponen 2 meses más serían 8 meses”, expresó Vargas Chacón.
En ese entendido, los arroceros del Huila hacen un fuerte llamado a la industria, a que la mejor salida es el dialogo, para el beneficio de todos, por eso, invitan a la industria a una reunión para aclarar todos estos puntos claves que hoy tienen a los arroceros en una difícil situación.
“Es una posición demasiado injusta que se está tomando aquí por parte de los industriales en los cuales es un callejón prácticamente sin salida, Yo le hago un llamado a la industria es que nos sentemos a negociar, que los arroceros de a pie, nosotros lo convocamos a una reunión que ellos fijen hora y fecha para sentarnos con la mesa técnica, la ministra Martha Carvajalino y poder discutir esta esta situación tan tensa que hay”, precisó el presidente de Dignidad Arrocera por el departamento del Huila.

Ruta para fortalecer el sector arrocero
En ese mismo orden de ideas, días pasados se instaló formalmente la Comisión de Seguimiento a los siete compromisos pactados entre Gobierno y arroceros, una iniciativa que lideró el senador Carlos Julio González Villa desde la plenaria. Así se empezó a trazar la hoja de ruta: escenarios de trabajo y una visión estructural de largo plazo para el sector.
“El propósito es acompañar el cumplimiento de los acuerdos por parte de los responsables y abordar de manera estructural una crisis histórica que afecta a uno de los productos más importantes de la canasta familiar colombiana: el arroz. Cada uno de los siete compromisos tendrá seguimiento desde la política pública, la acción legislativa y el control político”, indicó el senador González Villa.
En esta primera mesa participaron la ministra de Agricultura, Martha Carvajalino, los senadores Carlos Julio González Villa, Sonia Bernal, Esperanza Andrade, Richard Fuelantala, junto con sus equipos técnicos, además del director Comercio Exterior, Francisco Melo.
“Desde la Comisión propusimos garantizar la voz de todas las regiones y actores fundamentales de la cadena, fortalecer la vigilancia desde el control legislativo, concretar cronogramas claros de cumplimiento y avanzar hacia una visión de largo plazo, con soluciones estructurales que aseguren la competitividad y sostenibilidad del sector arrocero”, señaló el congresista.
La instalación de la Comisión Accidental, que además de revisar los acuerdos pactados que recientemente permitieron levantar el paro arrocero, pretende abordar de manera estructural una crisis que no es nueva y que está relacionada con uno de los más importantes productos en la canasta familiar colombiana como es el arroz.
“Una crisis que estaba quebrando los arroceros, a los productores de base y una crisis que ha tenido entre varias de sus razones el alto costo de producción, el costo de los agroinsumos, el valor difícil de lo que significa unas importaciones desbordadas y también un contrabando que viene quebrando al arrocero nacional”, indicó González Villa.

Mayores afectaciones de los arroceros
Por otro lado, Oscar Gutiérrez, director de Dignidad Agropecuaria a nivel nacional en diálogo con el Diario del Huila expresó su preocupación ante esta situación que llevan viviendo varios meses los arroceros, a su vez, sobre la importancia de las reuniones de los últimos días.
“El incumplimiento de la industria molinera a la resolución 0241 que definió el precio del arroz paddy verde, lleva a una situación sumamente grave para los productores que están depositando o entregando su arroz sin saber a qué precio se los van a comprar sin que les den un adelanto por el arroz entregado, sin que realmente se los compren porque la industria molinera quiere finalmente burlarse de la Resolución y le ha solicitado al Ministerio a través de un convenio que hicieron que les permita rebajar el precio al que se define la resolución la compra en las diferentes regiones”, sostuvo Gutiérrez.
Este es un hecho sumamente grave que genera una contradicción muy compleja porque los arroceros necesitan cortar, eso tiene un costo, necesitan transportar su arroz hasta el molino a donde van a entregar, eso tiene un costo, necesitan pagar combustibles, necesitan pagar arrendamiento de maquinaria para la corta si no disponen ellos de maquinaria, necesitan pagar trabajadores, necesitan atender los créditos con entidades bancarias y demás.
“Ya llevan 30 días en una situación sumamente compleja en la que la industria por su actuación los ha metido en este problema tan complejo y obviamente el Ministerio también tiene una situación que esperamos la entienda a profundidad y no permita que se termine rebajando el precio del arroz, poniendo a los productores a perder dinero como están perdiendo en este momento y generando una situación aún más compleja a quienes están cortando sobre todo en la zona de los llanos y Casanare, pero también en la zona centro Tolima y Huila”, enfatizó el director de Dignidad Agropecuaria a nivel nacional.
Principales riesgos del gremio
- El posible aumento de los precios del arroz blanco al consumidor, afectando especialmente a los hogares de menores ingresos.
- El efecto “incentivo” para incrementar las siembras, profundizando la sobreoferta al imponer condiciones de comercialización más favorables que las que estaban vigentes cuando los agricultores tomaron sus últimas decisiones de siembra.
- La pérdida de competitividad frente a las importaciones, en un contexto internacional de excedentes del grano.
- El incremento de la informalidad en la cadena.
La generación de desequilibrios estructurales que amenazan la sostenibilidad del sector arrocero.








