La Nueva EPS salió al paso de rumores sobre una posible liquidación y aseguró que continúa prestando servicios de salud con normalidad, pese a encontrarse bajo intervención administrativa de la Supersalud.
DIARIO DEL HUILA, SALUD
En medio de la incertidumbre generada por versiones que circulaban en redes sociales sobre una supuesta liquidación, la Nueva EPS salió a desmentir categóricamente dicha información y aseguró que continúa prestando servicios con normalidad a sus más de 10 millones de afiliados en todo el país.
La entidad, que desde el 19 de agosto se encuentra bajo una intervención administrativa por parte de la Superintendencia Nacional de Salud (Supersalud), recalcó en un comunicado oficial que no existe ningún proceso de liquidación en curso y que su operación sigue activa en todas las regiones.
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“Reiteramos a nuestros afiliados y prestadores que la Nueva EPS no está en liquidación. Nuestro compromiso es recuperar la empresa y garantizar la prestación de los servicios de salud con calidad y oportunidad”, expresó la entidad.

Intervención administrativa y nuevo equipo directivo
La aclaración llega tras la decisión de la Supersalud de renovar el equipo interventor, designando como nueva agente especial a Gloria Libia Polanía Aguillón, quien tiene la tarea de liderar la reorganización administrativa, financiera y operativa de la EPS. Esta medida hace parte de un paquete de intervenciones que la Superintendencia ha venido adelantando en varias entidades del sector salud, debido a la crisis que atraviesa el sistema por problemas de liquidez y dificultades en la prestación del servicio.
Según lo informado, el plan de trabajo del equipo interventor incluye la estabilización de la EPS en sus tres frentes: administrativo, financiero y jurídico. Esto contempla la normalización de pagos a prestadores, la entrega oportuna de medicamentos y la garantía de acceso efectivo a los servicios médicos en todo el territorio nacional.
El tamaño de la Nueva EPS y su impacto nacional
La Nueva EPS es actualmente la más grande del país, con cerca de 10 millones de afiliados, lo que representa un peso estratégico dentro del sistema de salud colombiano. Su eventual liquidación generaría un impacto sin precedentes en usuarios, prestadores y en el mismo Gobierno, que tendría que reorganizar a millones de pacientes en otras aseguradoras en medio de la crisis estructural que atraviesa el sistema.
Precisamente por su importancia, la Supersalud decidió intervenirla, con el propósito de evitar un colapso mayor que pusiera en riesgo la atención de los usuarios. El organismo de control insistió en que la intervención no implica liquidación, sino un proceso para corregir las fallas y garantizar la continuidad del servicio.

Rumores y preocupación de los usuarios
El rumor sobre una supuesta liquidación se propagó rápidamente en redes sociales, generando temor entre los afiliados que dependen de la entidad para acceder a tratamientos médicos, procedimientos quirúrgicos y entrega de medicamentos. La EPS, sin embargo, fue clara al señalar que mantiene abiertas todas sus líneas de atención, tanto virtuales como presenciales, para resolver dudas y reiterar a los usuarios que no habrá interrupciones en los servicios.
“La EPS es de todos los colombianos, de sus afiliados y de las comunidades a las que sirve. Con el compromiso de todos, seguirá siendo un pilar fundamental del sistema de salud nacional”, recalcó la entidad en su pronunciamiento.
Crisis estructural del sistema de salud
El caso de la Nueva EPS se enmarca en un escenario más amplio: la crisis estructural del sistema de salud en Colombia. En los últimos meses, varias EPS han sido intervenidas o liquidadas debido a problemas financieros y de gestión. Los atrasos en los giros de recursos, las crecientes deudas con clínicas y hospitales y las dificultades para garantizar una atención oportuna han puesto al límite a buena parte de las aseguradoras.
El Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Salud y la Supersalud, ha manifestado que las medidas de intervención buscan proteger a los pacientes y corregir los errores de gestión, evitando que se repita lo sucedido con otras EPS cuya liquidación ha generado traumatismos en la atención.
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Perspectivas y retos
Con la llegada de Gloria Libia Polanía Aguillón a la dirección interventora, se espera que en los próximos meses la Nueva EPS muestre avances en la reorganización de sus finanzas y en la relación con sus prestadores. El reto es enorme: recuperar la confianza de clínicas, hospitales y usuarios, y al mismo tiempo estabilizar las cuentas en medio de un sistema que acumula pasivos multimillonarios.
Por ahora, la EPS asegura que el servicio no se detendrá. El objetivo central, según lo expresado en su comunicado, es fortalecer la operación para que los usuarios no resulten afectados.
Lo que sí queda claro es que la salud en Colombia atraviesa un momento decisivo. La continuidad de la Nueva EPS será una prueba para las autoridades, los prestadores y el propio Gobierno, que deben demostrar que es posible rescatar una entidad de esta magnitud sin afectar a millones de ciudadanos que dependen a diario de su atención.









