Por: Ramiro Andrés Gutiérrez Plazas
Ramirogupl1986@gmail.com
El éxito arrollador que tuvo el evento “Festival a la Carta” durante el último puente festivo en Neiva, donde se alcanzaron ventas aproximadas superiores a los 5.400 millones de pesos, con la participación de 105 expositores y un variado repertorio de chefs y artistas de talla nacional, demuestra que sí es posible realizar en la ciudad eventos de alto impacto capaces de dinamizar la economía y proyectar una mejor imagen del territorio.
Este tipo de escenarios deben seguir replicándose y, sobre todo, fortalecerse. El sector privado ha demostrado con “A la Carta” que tiene la capacidad y la iniciativa para dinamizar la ciudad, y en esta ocasión se contó también con la colaboración de entidades como la Alcaldía, la Gobernación, la Cámara de Comercio y los gremios económicos. Ese trabajo conjunto no puede ser un hecho aislado, los privados deben seguir liderando y creando, mientras que las instituciones públicas y gremiales se sumen de manera permanente, coordinada y estratégica para promover una agenda sólida de eventos que consolide a Neiva como una verdadera ciudad de experiencias y oportunidades.
La ciudad cuenta con espacios importantes que, lamentablemente, permanecen subutilizados. El recinto ferial, que podría ser epicentro de grandes ferias y exhibiciones, corre el riesgo de deteriorarse si no se aprovecha. El centro de convenciones, igualmente, requiere un uso más estratégico y constante. Las bases están puestas, lo que falta es decisión, planificación y articulación.
Hasta ahora, los conciertos han tenido gran protagonismo, lo cual es positivo para el entretenimiento y el esparcimiento ciudadano. No obstante, es momento de diversificar la oferta y generar planes alternativos que fortalezcan la economía local. Neiva necesita eventos especializados y con valor agregado. Las ferias multisectoriales cumplen un papel, pero hoy el público y el empresariado reclaman propuestas más innovadoras. Una alternativa clara son las ruedas de negocios con inversiones serias para atraer compradores nacionales e internacionales. Con un enfoque en los sectores productivos de mayor potencial, estos espacios podrían convertirse en plataformas de crecimiento para nuestros empresarios.
Esto exige, además, preparación. Se debe invertir en la formación de los productores locales para que estén listos al momento de negociar con clientes de alto nivel. A la par, es fundamental superar la fragmentación institucional. Si el propósito común es generar oportunidades para emprendedores y empresarios, los egos y rivalidades deben quedar a un lado. Se necesitan alianzas público–privadas que permitan la realización de eventos de talla nacional e, incluso, internacional.
El talento existe, la infraestructura también; lo único que falta es la articulación. Neiva tiene las condiciones para consolidarse como un destino atractivo para congresos, ferias, festivales y convenciones. Soñar con una ciudad reconocida en el mapa de los grandes eventos no es una utopía, es una posibilidad tangible si entendemos que la cultura, el turismo, la gastronomía y la economía pueden integrarse en torno a un mismo proyecto de ciudad.
