Diario del Huila

Universidad del Café: un modelo binodal para un Huila cafetero

Ago 20, 2025

Diario del Huila Inicio 5 Opinión 5 Universidad del Café: un modelo binodal para un Huila cafetero

Carlos Yepes A.

El Huila es café. No solo por tradición y prestigio internacional, sino porque, en términos humanos, casi la mitad del departamento vive directa o indirectamente del grano: alrededor de 85.000 familias, unas 350.000 personas, dependen de él de manera directa y, si sumamos transporte, recolección y comercialización, nos acercamos al medio millón de huilenses. Ese dato basta para dimensionar que hablar de la Universidad del Café no es discutir una obra; es planear el futuro productivo, educativo y social del departamento.

En semanas recientes, la Gobernación y la Universidad Surcolombiana dieron pasos concretos para materializar la Escuela-Universidad del Café como unidad académica adscrita a la USCO, con oferta técnica, tecnológica y profesional orientada al sector. Es una meta consignada desde el Plan de Desarrollo y que ya cuenta con soporte de convenios y ruta ante el Ministerio de Educación. 

El anuncio de ubicar la sede en Pitalito generó inconformidad en Gigante, municipio que por años preparó las condiciones para albergar el proyecto en el complejo Jorge Villamil Ortega (44 hectáreas sembradas, laboratorios y traslado previo del colegio para habilitar el predio). Es entendible el malestar: aquí no hay caprichos, hay inversiones y expectativas acumuladas por casi una década.

Ante esa tensión, proponemos una salida práctica, equitativa y ganadora para el Huila: un modelo binodal que reconozca y articule las fortalezas de ambos polos cafeteros del departamento, evitando rivalidades estériles y maximizando los impactos.

Dos polos, una sola universidad: 1) Polo Sur, Pitalito (Yamboró, en alianza con el SENA): Enfocado en la cadena de valor de la poscosecha y la comercialización: beneficio, trilla, catación, protocolos de calidad, tostión, empaque, marketing, comercio exterior y barismo. Aquí se consolidan las competencias de mercado, servicio y diferenciación de cafés especiales, con programas cortos (certificaciones SENA) articulados por ciclos propedéuticos hasta niveles tecnológicos y profesionales en la USCO. 2) Polo Centro, Gigante (Complejo Jorge Villamil): Dedicado al componente agropecuario teórico–práctico: material vegetal y variedades, viveros, manejo integrado de plagas y enfermedade Buenas Prácticas Agrícolas, suelos y agua, mecanización, riego, adaptación al cambio climático y desarrollos tecnológicos (agricultura de precisión, sensores, bioinsumos). Este polo convierte su infraestructura existente en gran laboratorio vivo para la formación de agrónomos y tecnólogos especializados.

Ambos polos funcionarían bajo una malla curricular común, con movilidad estudiantil y docente, prácticas cruzadas y un sistema de créditos homologables. Es exactamente el espíritu de la Escuela Universitaria del Café adscrita a la USCO: articulación con la media y oferta por ciclos propedéuticos (técnico → tecnólogo → profesional).

¿Por qué creemos que es más conveniente este diseño para el Huila? Por que, evita el “juego suma cero”. No es Pitalito o Gigante: es Pitalito y Gigante, cada uno con vocación definida, sumando capacidades y evitando duplicidades costosas; acelera la puesta en marcha: Gigante ya tiene laboratorios y área productiva; Yamboró (SENA) ya certifica competencias en poscosecha y barismo. Integrar lo existente reduce tiempos y costos de inversión inicial: cubre toda la cadena de valor, desde semilla y finca hasta taza y exportación, en el mismo ecosistema académico, con salidas laborales diversas y rápidas; alinea oferta y demanda regional: el sur (Pitalito) es epicentro de comercio y cafés especiales, el centro (Gigante) tiene base agronómica y disponibilidad de tierra para experientación; fortalece la competitividad: la formación dual (aula–finca) se traduce en mejores puntajes de taza, menores mermas y mejores precios para el pequeño productor; construye cohesión territorial: Un proyecto departamental debe integrar subregiones, no fracturarlas. La educación superior es el mejor integrador regional.

El debate de la localización no debe convertirse en una disputa territorial que nos haga perder tiempo y legitimidad. Hay decisiones y avances con el Gobierno Nacional y la USCO que debemos aprovechar; la ruta está trazada y el país observa al Huila como epicentro de la formación cafetera. La tarea es ajustar el diseño para incluir a quienes ya han invertido y están listos para aportar. Ese es el sentido de un proyecto verdaderamente departamental.

La Universidad del Café debe ser la plataforma que transforme conocimiento en ingreso para el productor, empleo para el joven y valor para la marca Café del Huila. El modelo binodal, Pitalito/Yamboró para poscosecha, comercialización y barismo; Gigante/Jorge Villamil para agronomía, variedades y tecnología, se constituye para nosotros una solución objetiva, realista y conveniente: recoge lo que ya existe, evita duplicar costos, acelera resultados y, sobre todo, une al Huila alrededor de su producto insignia.

No es una concesión política; es simple sentido común territorial. Si el Huila es primero en café, que también sea primero en cómo educa para producirlo, venderlo y contarlo mejor. Esa será nuestra mejor cosecha y se constituye también en “Un Acuerdo Para Vivir Mejor”

cyepes@hotmail.com

Tal vez te gustaría leer esto