La senadora María Fernanda Cabal se pronunció sobre la propuesta de Álvaro Uribe Vélez de incluir un nuevo aspirante en la contienda presidencial del partido, tras la muerte del senador Miguel Uribe Turbay. Aunque la congresista reconoce que hubo diálogos previos, insiste en que las reglas fijadas en Llano Grande no contemplaban esta posibilidad.
DIARIO DEL HUILA, POLITICA
El Centro Democrático atraviesa una coyuntura decisiva en la definición de su candidatura presidencial para 2026. Tras la muerte del senador Miguel Uribe Turbay, víctima de un atentado que conmocionó al país, surgió dentro de la colectividad la posibilidad de habilitar un quinto aspirante para reemplazarlo. La propuesta fue planteada por el expresidente Álvaro Uribe Vélez, líder natural del partido, y abrió un debate interno en el que la senadora María Fernanda Cabal dejó clara su postura.
Durante un encuentro reciente de la colectividad, Uribe sugirió que los cuatro precandidatos en contienda —María Fernanda Cabal, Paloma Valencia, Paola Holguín y Andrés Guerra— sostuvieran una reunión con Miguel Uribe Londoño, padre del fallecido senador, para explorar la posibilidad de que un militante del partido asumiera la aspiración presidencial en representación de la familia. “Si el número de cuatro precandidatos que tenemos se va a aumentar, debe ser en cabeza de un militante del partido”, señaló Uribe en su intervención.
La propuesta se dio en medio de versiones sobre una eventual llegada del exembajador Juan Carlos Pinzón al proceso interno, opción que fue descartada rápidamente debido al rechazo expresado tanto por la dirigencia como por los propios aspirantes. “Pido a nuestros compañeros militantes del Centro Democrático que se supere cualquier prevención porque fue ministro de Defensa en el Gobierno que me sucedió, que hizo bastante daño a Colombia y también al Dr. Pinzón”, había puntualizado el expresidente en referencia a estos rumores.
La postura de Cabal
Consultada por la prensa, la senadora María Fernanda Cabal expresó que no comparte la idea de abrir el espacio a un quinto candidato. Recordó que en los acuerdos internos alcanzados en Llano Grande, donde se fijaron las reglas del proceso, nunca se habló de esa opción. “Yo estoy de acuerdo con el acuerdo de Llano Grande, porque me gustan las reglas de juego. Eso es lo único que da orden a las decisiones. No quedó escrito que entrara un quinto; el compromiso era que si regresaba Miguel, era él el candidato único a enfrentarse a marzo con otros para ampliar la base electoral”, afirmó.
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Cabal reconoció, sin embargo, que sí hubo conversaciones previas en torno a la posibilidad de que otro militante asumiera esa representación. “No se contempló, pero sí se conversó. No quedó escrito porque ahí estaba presente Andrés Forero. A él le habían manifestado que de pronto podía coger las banderas. Entonces, no es nada novedoso a pesar de no haber quedado plasmado”, explicó.
La senadora enfatizó que el eventual reemplazo debe provenir de adentro del partido y ser alguien con trayectoria militante. “No tenemos inconveniente mientras sea de adentro, mientras haya participado en los debates, mientras sea un activista contra Gustavo Petro”, puntualizó.
El vacío tras la muerte de Miguel Uribe Turbay
El debate sobre la inclusión de un nuevo precandidato se abrió a raíz del fallecimiento del senador Miguel Uribe Turbay, quien murió el 11 de agosto tras permanecer más de dos meses hospitalizado por las heridas de un atentado sicarial ocurrido el 7 de junio. Uribe Turbay había sido designado como uno de los precandidatos del Centro Democrático, por lo que su ausencia dejó un vacío que el partido aún no ha logrado resolver.
Mientras tanto, los cuatro precandidatos restantes continúan en la contienda interna. La decisión sobre si se incorpora un quinto aspirante dependerá, en buena medida, de la voluntad de la familia Uribe y de la aceptación del expresidente Uribe Vélez, quien ha insistido en que cualquier eventual reemplazo debe ser un militante con trayectoria en la colectividad.
Debate sobre los tiempos de la encuesta
Paralelo a la discusión sobre un nuevo aspirante, también se abrió un debate alrededor de los tiempos de la encuesta que definirá al candidato único del partido. Frente a esta posibilidad, María Fernanda Cabal mostró su desacuerdo con adelantar el proceso.
“Yo no entiendo el afán, porque entre septiembre y octubre lo que tenemos es que estar sometidos a la metodología de la encuestadora y ahí usted no puede anticipar los tiempos”, señaló. Para la senadora, modificar de manera improvisada los plazos y mecanismos sería un error, pues restaría legitimidad al proceso interno y afectaría la confianza de la militancia.
De esta manera, la colectividad se encuentra en un momento de definiciones clave: si mantiene las reglas iniciales o si introduce ajustes para reemplazar a un precandidato que, hasta antes de su trágica muerte, representaba una carta fuerte del partido para la contienda presidencial de 2026.
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