Redacción Web
Estados Unidos, históricamente considerado el principal destino para estudiantes internacionales, enfrenta una amenaza real de perder su trono. Un reciente estudio advierte que, para el año escolar que está por iniciar, la matrícula internacional podría caer entre un 30 % y un 40 %, lo que supondría pérdidas cercanas a 7.000 millones de dólares y más de 60.000 empleos asociados.
Las políticas impulsadas durante la administración de Donald Trump, que incluyen mayores restricciones migratorias, extensos tiempos de espera para visas y un aumento en el escrutinio a solicitantes, han generado un efecto disuasorio entre miles de jóvenes. En China, por ejemplo, los retrasos en las entrevistas para obtener visa han hecho que algunos estudiantes desistan, mientras que otros exploran opciones en Hong Kong, Singapur, Malasia y el Reino Unido.
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El impacto económico es significativo, dado que muchos estudiantes internacionales pagan matrícula completa, lo que contribuye directamente a los presupuestos universitarios. Sin embargo, la preocupación va más allá de lo financiero: la “marca educativa” de Estados Unidos se está debilitando, según Mike Henniger, CEO de Illume Student Advisory Services, quien señala que países competidores están aprovechando la coyuntura.

Reino Unido y Asia, los grandes beneficiados
Reino Unido, el segundo destino más popular para estudiantes internacionales, ha experimentado un repunte en solicitudes. Este otoño boreal, las peticiones de ingreso a programas de pregrado crecieron un 2,2 %, con un aumento récord del 10 % en solicitudes provenientes de China y un 14 % desde Estados Unidos, alcanzando su nivel más alto en dos décadas. El interés por programas de posgrado también creció, especialmente en áreas como negocios y gestión.
En Asia, ciudades como Hong Kong han visto un auge en el interés de estudiantes que buscan alternativas más accesibles y con menos trabas migratorias. La Universidad de Hong Kong ha recibido más de 500 consultas de transferencias desde Estados Unidos y ha procesado unas 200 solicitudes, mientras que la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hong Kong reporta un incremento del 40 % en solicitudes internacionales de pregrado.
Nuevos centros educativos emergen
Emiratos Árabes Unidos y Kazajistán están invirtiendo en convertirse en polos educativos globales, atrayendo a universidades internacionales para abrir campus satélite. Dubái, por ejemplo, ha visto crecer su número de estudiantes internacionales en un tercio en el último año, mientras que instituciones estadounidenses como el Instituto de Tecnología de Illinois y la Universidad de Arizona ya ofrecen programas en Kazajistán.
La situación plantea un desafío estratégico para las universidades estadounidenses, que ahora se preguntan cómo mantener la diversidad y garantizar acceso a estudiantes internacionales en medio de barreras migratorias crecientes. Si la tendencia continúa, EE. UU. podría dejar de ser el epicentro global de la educación superior, cediendo espacio a competidores más ágiles y abiertos a recibir talento global.
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